Los consagrados, “escogidos de Mi Corazón” (I)
En el Diario Espiritual de la Llama de Amor vamos a encontrarnos con numerosos pasajes que hacen referencia a los consagrados a Dios. Por definición, aquellos que han respondido al llamado, se obligan voluntariamente a seguir un “camino de perfección” en la vida cristiana. Jesús espera de ellos una total entrega a su Persona Santísima y a la obra de la salvación de las almas. Jesús invita a Isabel (Kindelmann) a orar, ayunar, hacer penitencia por “aquellos que me han consagrado su vida y, sin embargo, más viven para el mundo que para Mi obra redentora“ (p 31).
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