CARTA No.263: La señora María del Socorro, de Panamá dice:

Estoy tratando de poner en práctica sus enseñanzas con los miembros de mi familia: Mi marido, mi mamá de 79 años, mis cuatro hijos y yo.  Somos siete en el hogar. Mi hija mayor tiene 22 años y el menor tiene 12.  Quiero que me oriente. Yo lo conocí a Ud. cuando vino a Panamá hace varios años. Estuve en la Iglesia de San juan Bosco cuando Ud. habló de la Llama de Amor.  Desde hace seis meses rezamos el rosario de la Llama de Amor en familia todas las noches. La Virgen está haciendo maravillas en nuestro hogar, estamos cambiando mucho.  Ahora queremos  dedicar una hora a la semana a orar por sanación espiritual en mi familia. Estoy segura de que mamá María va a cegar a Satanás con mayor fuerza porque tenemos muchísimo que sanar y liberar. En mis ancestros ha habido mucho recurso a brujos y santeros. Aquí en Panamá hay mucho de eso.

Respuesta: Te felicito porque estás descubriendo la acción del Inmaculado Corazón de María en su combate contra Satanás. En el Diario Espiritual la Virgen pide por lo menos una hora de adoración reparadora semanal en familia. Además del rezo del Rosario de la Llama de Amor, Nuestra Señora quiere que las familias se reúnan para ofrecer al Señor reparación por los pecados propios y los del mundo. Se trata de alabar, bendecir, dar gracias, glorificar al Señor en un clima de adoración y recogimiento. Ella pide que se lea la Palabra de Dios. Habla de lectura espiritual. ¿Habrá una lectura más espiritual que los textos del Santo Evangelio y de los demás escritos del Nuevo y Antiguo Testamento? Este es el momento en que podemos orar por los problemas espirituales, emocionales, físicos y económicos de la familia. Si los miembros de tu hogar están dispuestos positivamente a orar juntos de manera espontánea en esta reunión de oración, ¡maravilloso! No se trata aquí de rezar el Rosario. Éste se reza en otra ocasión. Aquí se trata de invocar espontáneamente la acción de María.  Verás cómo la Virgen actuará sanando y liberando de la influencia de los espíritus malignos.

Puedes iniciar la oración invocando al Padre Eterno y pidiéndole a través de su Hijo Jesucristo, mencionando la Llama de Amor que sane a todos los miembros del hogar, o a uno en particular. Que lo libere de cualquier presencia diabólica o de maleficios o de almas que lo estén afectando. También puedes iniciar la oración invocando al Inmaculado Corazón de María, invitándola a hacerse presente en el grupo familiar y pidiéndole interceda ante su Hijo para que sane y libere a los miembros de tu hogar. Esta oración introductoria es muy importante para favorecer en todos los participantes una actitud de confianza, de amor, de recogimiento. Todo el tiempo que dure la oración estaremos suplicando al Señor en unión íntima con la Virgen, los ángeles y los santos que Él vaya sanando y liberando los corazones.  Cuando la familia ora por medio del Corazón Inmaculado de María se van dando las sanaciones y liberaciones. Debemos tener en cuenta que muchas familias están afectadas fuertemente por las herencias ancestrales, especialmente en el campo del esoterismo, la magia, la sexualidad, la violencia, el alcoholismo, ruinas morales y/o económicas  y otras taras espirituales. Los espíritus malignos, los hechiceros, diversas almas de difuntos pueden estar afectando a los miembros de la familia.

Cuando las personas y los hogares se consagran a los Corazones de Jesús y de María y piden la intervención de la Llama de Amor, el  Inmaculado Corazón de María actúa. Nuestra Señora inicia un proceso de sanación y liberación que podrá durar poco tiempo o se podrá extender de manera indefinida. Hay familias en las que cuando se ora por sanación y liberación no presentan ningún tipo de manifestación externa de espíritus malignos.  Se trata de personas y hogares que no han tenido contacto con prácticas esotéricas. Su fe y la vivencia de los sacramentos las han protegido grandemente. Sin embargo ninguna familia escapa a la acción de los espíritus malignos. Los seres humanos sin excepción somos asediados por ellos. Todos en mayor o menor grado somos pecadores. Tenemos tendencias carnales que impulsadas de manera muy fuerte por la acción de los diferentes espíritus inmundos  se convierten en tentaciones obsesivas, en sentimientos opresores de angustia, depresión, tristeza, etc. Igualmente la familia puede ser víctima de espantos que actúan físicamente en el hogar produciendo miedos e inseguridad.  La Virgen actúa en todos los casos cegando al  Demonio y sometiéndolo al poder de su Hijo. Todo eso lo debemos ir aprendiendo para que la Llama de Amor pueda formar su ejército de familias libres del poder de Satanás.

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