LA LLAMA DE AMOR Y LA ANUNCIACIÓN

En este gran día de la ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR.El mensaje de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María nos revela algo de trascendental importancia para la Iglesia entera, para toda la humanidad y para cada uno de nosotros:La Virgen dice:
«Te aseguro, hijita mía, una fuerza tan poderosa de gracia no he puesto todavía a disposición de ustedes como esta vez: la llama flameante del amor de mi Corazón. Desde que el Verbo de Dios se hizo carne, no he emprendido Yo un movimiento más grande que éste de la Llama de Amor de mi Corazón que salta hacia ustedes. Hasta ahora no ha habido nada que tanto ciegue a Satanás. Y de ustedes depende que no lo rechacen porque esto traería consigo una gran ruina».

Hoy el Verbo de Dios se hace litúrgicamente carne. Toma nuestra frágil naturaleza humana. Hace dos mil años se realizó este prodigio inaudito. Isabel Kindelmann nos trae un testimonio increíble: Desde que el Verbo se encarnó hasta ahora no había la Virgen María emprendido algo más poderoso que la Llama de amor para cegar la acción del Demonio. Tenemos en nuestras manos el instrumento para detener el poder de Satanás sobre nuestra propia persona, sobre nuestra familia, sobre el ambiente que nos rodea y sobre toda la humanidad. Es necesario que tengamos fe en las palabras de María Santísima. Si ponemos en práctica sus enseñanzas en el Diario Espiritual veremos los frutos.

El milagro de la Llama de Amor se da en el fondo de los corazones. Los milagros externos tienen muy poco valor comparados con el gran milagro de la conversión de nuestro corazón y del corazón de nuestros seres queridos. Ahora cuando infinidad de personas han perdido la paz del corazón debemos pensar que en muchos hermanos están actuando los espíritus inmundos de angustia, desesperación, miedo, tristeza, terror, espanto, muerte, etc. Es el momento de reunir a nuestros seres queridos de manera física en nuestra casa o de manera virtual y de orar, orar, orar. La oración produce un grandioso efecto. Nos fortifica, nos sana. Lo más poderoso es la oración en familia.

Los demonios huyen cuando una familia ora como se debe. Si no obtenemos es porque oramos sin fe, distraídamente, por rutina, de mala gana. Dios escucha nuestra oración. Es una verdad de Fe. Toda la Biblia nos lo dice: Dios está atento a nuestras plegarias para darnos lo que le pedimos. Si creemos que no obtenemos respuesta a nuestra súplica fijémonos en nuestra vida y en nuestro entorno y veremos que nos ha dado más de lo que le hemos pedido. Hoy veinticinco de Marzo, día de la Anunciación de Nuestra Señora, Dios se hizo uno de nosotros. Exultemos de alegría, saltemos de gozo, aplaudamos, NO HAY NINGÚN OTRO MOTIVO MÁS GRANDE DE ALEGRÍA para el ser humano. Dios se hizo hombre, es nuestro hermano, nuestro amigo, es de los nuestros…no hay otro motivo más grande para estar feliz.

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