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El primer efecto de la gracia de la Llama de Amor es llevarnos a la convicción de que sin Cristo no podemos nada. Que solamente Jesús puede aplastar la cabeza de la serpiente

En el proceso de sanación y liberación de las familias debemos contar con la triple realidad de la “Iglesia trunfante, la Iglesia purgante y la Iglesia militante”. Estas tres realidades son en verdad una sola.

La gran tentación es querer recurir a los espíritus malignos para obtener esas prestaciones. Muchísima gente por ignorancia o por malicia se mete en ese mundo de lo oculto.

La oración en familia “no es facultativa”. Es una verdadera “OBLIGACIÓN” que nos viene por nuestra condición de criaturas y porque la Palabra de Dios en numerosos textos nos lo prescribe.

Si obedecemos al Inmaculado Corazón de María viviendo su mensaje y utilizando el Rosario y la jaculatoria de manera sistemática cada familia resistirá con éxito la satanización del mundo.

El rezo del Rosario es solamente el primer paso para que la devoción a la Llama de Amor produzca sus frutos. Se debe poner en práctica todo el programa que la Virgen María le da a Isabel Kindelmann para que cada familia se transforme en un Santuario Espiritual.

El mensaje de la Llama de Amor nos lleva a someternos a Dios por medio de un cambio total de vida y a resistir al Demonio. Hay dos tipos de ataques: los externos y los internos.

Los demonios, los brujos, las almas o cualquier ente espiritual del mundo de las tinieblas se someten ante el Nombre de Jesús, ante la mención de su Sangre preciosa, ante sus llagas. 

Para que el rezo del Rosario produzca todos sus frutos es indispensable que nos lleve al conocimiento y vivencia de la Palabra de Dios y de los Sacramentos. 

Para estos últimos tiempos en los que se ha perdido prácticamente la Fe viva en infinidad de familias católicas y “cristianas” se nos ha dado esta  gracia extraordinaria de la Llama de Amor. A través de su Madre, Nuestro Señor Jesucristo, ha prometido aplastar la cabeza del Dragón infernal.