Toma hija Mía esta Llama de Amor de MÍ Corazón
El 13 de Abril de 1962 Isabel oye por primera vez en su corazón la voz de la Virgen. Es el Viernes de Dolores. Siente en lo profundo de su alma la pena indecible y el sollozo de la Madre Dolorosa. María le dice: “Yo pongo un Haz de Luz en tus manos, es la Llama de Amor de Mi Corazón. ¡A la Llama de Amor de Mi Corazón añade tu amor y pásala a otros hijita mía!”. (DE 48) “Toma hija mía, esta Llama de Amor de Mi Corazón ¡Enciende con ella el tuyo y pásala a otros” (DE 48). Esta es la dinámica de la Virgen. Ella entrega, nosotros recibimos, encendemos con esa Llama nuestro corazón e inmediatamente lo pasamos a otros corazones. Así se establece el “reguero de pólvora”. “Con esta Llama llena de gracias que de Mi Corazón les doy a ustedes, enciendan todos los corazones de todo el país pasándola de corazón a corazón. Este será el Milagro, que convirtiéndose en un incendio con su fulgor cegará a Satanás. Este es el fuego de Amor de unión que alcancé del Padre Celestial por los méritos de las Llagas de Mi Hijo Santísimo” (DE 48). La estrategia de la Virgen para vencer a Satanás es muy simple: enciende tu corazón y enciende con esa Llama los corazones de los que te rodean. Pasa la Llama, no la guardes sólo para ti. Ese es el Milagro de la Virgen: un incendio que cegará a Satanás.
María nos habla de un “nuevo instrumento” y nos pide “encarecidamente que lo aceptemos con gran comprensión”. Ella “pone en nuestras” manos ese instrumento, es decir, nos hace responsables de los frutos que ese instrumento puede producir: la salvación de las almas. Esa Llama arde con extrema fuerza en el Inmaculado Corazón de María. Es tan grande que no puede contenerla más tiempo y con fuerza explosiva salta hacia nosotros. No sólo luz sino también calor quiere derramar sobre nosotros con toda su fuerza. El Amor que brota del Corazón de María hará explotar el odio satánico que contamina el mundo. “Algo parecido a esto no ha existido todavía. Este es el mayor milagro que ahora hago con ustedes” (DE 48). El don de la Llama de Amor provoca en Satanás una terrible furia; no se queda con los brazos cruzados sino que reacciona con violencia para impedir que la Llama se extienda. La Virgen dice: “¡Entren en la batalla, los vencedores seremos nosotros! Mi llama de Amor cegará a Satanás en la misma medida en que ustedes la propaguen en el mundo entero. …Mi Llama de Amor hará milagros en lo profundo de los corazones”. (DE 125).
Dos son los polos de expansión de la Llama de Amor:
a) “De corazón a corazón”
b) de los “ocho santuarios más concurridos del país y en cuatro iglesias a Mí dedicadas en la capital comiencen simultáneamente esta devoción: La entrega de mi Llama de Amor” (DE 55).
La Virgen pone en estrecha relación la responsabilidad personal y la pastoral oficial de la Iglesia en el proceso de transmitir la Llama de Amor. Ella escoge a doce sacerdotes que serán sus instrumentos privilegiados para entregar a través de un rito muy sencillo pero muy significativo el fuego de su Inmaculado Corazón a Hungría, que representa a cada país. Además este signo está en estrecha dependencia de la Jerarquía porque lo primero que la Virgen y Jesús piden a Isabel es informar al Obispo y ponerse en obediencia con los legítimos pastores, el primero de ellos, el Papa. La gracia de la Llama de Amor es eminentemente eclesial; no se trata de una devoción privada. La Iglesia universal debe entregar de manera oficial la Llama de Amor una vez que el Papa la haya reconocido como un Don para todo el pueblo de Dios. Se trata de un Instrumento privilegiado que todos los cristianos (y toda la Humanidad) deberán utilizar contra Satanás en el gran combate de los últimos tiempos. El meollo de la Llama de Amor, su “Secreto” es lo que la Virgen llama “Milagro”.
Consiste en una intervención extraordinaria de Ella en el fondo de los “corazones” que los lleva a la conversión. No habla de milagros externos o cosas portentosas o favores materiales. Lo fundamental en la Llama de Amor es el arrepentimiento sincero del pecado y la reparación exigida por la justicia divina. Este es el Milagro que como un reguero de pólvora ha de ir conquistando a cada corazón y a cada familia para que el mundo se encienda como una inmensa hoguera en el fuego del Espíritu Santo. Estos dos elementos: Arrepentimiento del pecado y reparación del pecado son elementos permanentes en todas las intervenciones del Cielo en estos últimos tiempos: Sagrado Corazón, Rue du Bac, Lourdes, La Salette, Fátima, etc. etc. El origen y la fuerza extraordinaria de este Milagro son las cinco llagas de Nuestro Señor Jesucristo por medio de las cuales la Virgen obtuvo del Padre Eterno la gracia de la Llama de Amor. La Sangre de Cristo destruye la obra de Satanás en aquellos que acogen la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María.