CARTA No.185: Juan del DF ciudad de México dice:

Hola Padre, soy psicólogo, sigo sus enseñanzas desde hace tiempo. Lo que más me ha sorprendido en sus comentarios y videos es el tema de la almas que se introducen en las personas, que hablan y que les transmiten sus propios dolores y sentimientos. No lo comprendo, pero creo en su testimonio. Explíqueme este fenómeno que a mí como psicólogo me interesa muchísimo.

Respuesta: Hola Juan. A mí también este fenómeno me dejó impresionadísimo la primera vez que lo viví. Como tú, también yo soy psicólogo. Estudié mi carrera en la UNAM, en el DF. Y no solamente el fenómeno de las almas que se introducen en las personas, sino la presencia de personas vivas que hablan cuando las personas están en trance durante las oraciones de liberación que he hecho. Los brujos, los chamanes, cuando hay maleficios, se hacen presentes bajo el poder de Nuestro Señor Jesucristo. Es algo misteriosísimo y creo que en el futuro cambiará la visión de la psicológica científica. Se podría objetar que esta presencia de almas que hablan por la boca de las personas afectadas por espíritus malignos es un engaño diabólico. Algunos dicen que se trata de “espiritismo”. Sin embargo la influencia diabólica se descarta cuando se pone a prueba los espíritus. Para distinguir la presencia del espíritu maligno de la presencia de un alma es muy fácil. El Demonio no puede decir: bendito sea Dios, te alabo Señor, te amo Dios mío, me someto a ti con amor Dios de misericordia, creo en Jesucristo, amo a María Santísima. Cuando se le exige al que habla que repita las alabanzas a Dios, los demonios no pueden hacerlo. Las almas sí. Tengo que decirte que aquí hablo solamente de mi experiencia.

Los espíritus son mentirosos y siempre buscan engañarnos, pero cuando se los ata a la Verdad, cuando se les ordena en el nombre de Jesucristo, se ven obligados a decirla. Otros exorcistas tendrán su propia visión de este fenómeno. Mi manera de ver por ahora es que los santos ángeles, los santos de Dios, los espíritus malignos, las almas de los difuntos, y aún los vivos que sirven Satanás (hechiceros) de una cierta manera que no comprendemos pueden influir sobre nuestro pensamientos, sentimientos y el mismo cuerpo físico de los vivos. El mundo después de la muerte es algo que no comprendemos y que en realidad no ha sido estudiado a fondo por la teología. Es todo un terreno que ha sido descuidado en la investigación teológica durante siglos. Más aún es un campo que ha sido ridiculizado por la petulancia de la ciencia moderna que se ciega a lo que no puede controlar. Sin embargo a los psicólogos nos debe interesar porque muchísimos de los problemas emocionales que encontramos en las personas son causados – a mi humilde manera de ver – por las almas de los difuntos y por la acción de los servidores de los poderes ocultos (hechiceros). Tendría que relatarte innumerables experiencias porque este campo es amplísimo ya que son muy diversas las situaciones de las almas que encuentro en las oraciones que he hecho para ayudar a personas sufrientes.

Primeramente señalo que el vínculo espiritual familiar es determinante entre vivos y difuntos. Cuando llega el momento de la separación del alma y del cuerpo (la muerte) algunas almas quedan detenidas y ligadas íntimamente a sus seres queridos. Están en la casa aunque no se vean. Están, en muchos casos, refugiadas dentro de las personas a las que aman. He encontrado almas de niños, muchísimos de ellos abortados. Almas de niños no bautizados consagrados a Satanás (son los que llamamos duendes). Esposos atados a sus esposas vivas. Abuelitas que permanecen unidas a sus nietas, que las habitan, “protegiéndolas”; almas enamoradas de una persona a la que no dejan que forme matrimonio y les impiden casarse; personas muertas en accidentes y que están dentro de otras provocándoles las dolencias que ellas sufrieron; el caso de un padre de familia de vida perversa y alejada de Dios que está dentro de alguna de sus hijas atormentándola y
lleno de furor reclama su derecho de estar dentro de ella y se niega a salir o a recibir ayuda; almas de suicidas que están en el cuello y en el pecho de otra persona transmitiéndole su angustia, su desesperación, su ahogamiento. Es una lista infinita de presencia de almas de todo tipo en el interior de las personas y en diversas partes del cuerpo. Yo sé que esto que digo es increíble, parece absurdo. Para un científico esto es aberrante, mágico y todo lo que quieran decir, pero…..eso es lo que sucede, es la experiencia, no mía sola sino de mucho exorcistas. Como este tema es muy extenso seguiré en los próximos comentarios hablando de él.

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