Es necesario pedir perdón con gran arrepentimiento y dolor por esas ofensas hechas a Dios por los familiares difuntos y ofrecer reparación. Es importantísimo orar mucho por los difuntos que murieron reos de esos pecados y sin haberlos reparado por el arrepentimiento y una vida honesta. Con frecuencia Dios permite que en esas familias haya almas que por sus sufrimientos sirvan como víctimas que reparen los pecados de los ancestros. Las afectaciones diabólicas causan grandes sufrimientos en el cuerpo y en el alma. La familia entera debe caminar con la Llama de Amor en el camino de la reparación por sus pecados y de manera especial ayudar a aquel miembro que está afectado. La Virgen en el Diario pide ayunos, oraciones, sacrificios y especialmente la misa y comunión reparadora por la liberación de estas almas del purgatorio. Dios llama a toda la familia a convertirse por medio del arrepentimiento como condición para que la liberación avance en los miembros afectados. Cuando el Señor permite que uno o más miembros de la familia experimenten los ataques diabólicos lo hace para llamar a la conversión del corazón a todos los miembros del hogar.
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