CARTA No.104: ¿Qué quiere decir Ud. con la expresión: el demonio ciega la inteligencia del hombre y corrompe su corazón?

Cecilia, de Panamá pregunta: ¿Qué quiere decir Ud. con la expresión: el demonio ciega la inteligencia del hombre y corrompe su corazón?

Respuesta: El mensaje de la Llama de Amor es el mensaje del Inmaculado Corazón en Fátima, dedicado a toda la humanidad, pero especialmente a las familias. El objetivo de la Virgen es renovar desde sus raíces la familia católica para que a través de ella la humanidad entera conozca a Jesucristo y se salve. Digo católica porque solamente en la Fe católica se ama y se reconoce a la Virgen María en su plenitud de Madre de la Iglesia. El protestantismo no cree en la Virgen María más que como un instrumento inerte sin ninguna influencia sobre la redención del hombre. La familia que vive la plenitud de la Fe es la que verdaderamente se puede llamar católica. La que dice ser “católica” pero no vive la plenitud de la Fe no se puede llamar “católica”: no realiza su vocación de luz del mundo y sal de la tierra. Es una mentira, es un fraude. El gran problema de la Iglesia es que cantidad inconmensurable de familias que forman parte de ella y se creen y califican como “católicas” no lo son. Tienen en su interior posturas intelectuales y morales opuestas a la Fe. Piensan y actúan de manera diferente a lo que Cristo nos enseña y la Iglesia proclama. No son lo que dicen ser. Tenemos así personas y familias que se dicen “católicos liberales”, “católicos conservadores”, “mujeres católicas con derecho a decidir”, “católicos pro aborto, pro homosexualidad, pro lesbianismo, pro divorcio, pro adulterio, en pro de la guerra, en contra del Papa, en contra del Concilio Vaticano II, pro socialistas, pro comunistas, pro comunión a los divorciados y vueltos a casar”, etc. Etc.

Es interminable la lista de verdaderos errores teológicos y morales que anidan y son promovidos desde el interior de familias que se consideran católicas pero sin serlo. No han caído en la cuenta de que la Iglesia no es una obra humana sino que esencialmente es divina y con la colaboración humana. No son las fuerzas y la sabiduría que “vienen del hombre” las que van a renovar y salvar a la Iglesia del marasmo en que hoy está, como nunca en su historia. La Llama de Amor es una gracia que va a la raíz del problema. El humo de Satanás, dijo San Pablo VI, ha penetrado en la Iglesia por algún resquicio. La apreciación del Papa es lo que la Madre de la Iglesia dice en el Diario Espiritual, solamente que la Virgen dice que no es solamente el humo el que ha penetrado. La Virgen dice que el ataque Satánico a la Iglesia es el más grande y terrible que ésta haya padecido. Satanás quiere destruir a la humanidad, no sólo a la familia, a la Iglesia, sino a toda la humanidad. Esa aseveración, viniendo de quien viene, la Madre de Dios, es de enorme gravedad y hay que tomarla muy en cuenta. De nosotros depende que el intento de Satanás sea desarticulado y caiga en el fracaso. Su táctica es confundir las inteligencias y corromper las voluntades del mayor número posible de hombres y de mujeres para que crean que el error es la verdad y que la inmoralidad es lo moral. Una humanidad que pierda el sentido de la Verdad y del Bien y del Mal es el objetivo de Satanás.

La inteligencia y la voluntad, facultades sublimes del hombre, que constituyen nuestra dignidad, son fragilísimas. Los grandes fracasos de la humanidad se han gestado en “inteligencias y voluntades” que se creían supremas e infalibles. Lucifer ha ensoberbecido y de esta manera oscurecido las inteligencias de los sabios que no creen en Dios y corrompido la voluntad, los sentimientos, las emociones, los deseos de las masas que han caído en la trampa. Los espíritus malignos tienen esa posibilidad en la medida en que los seres humanos se apartan de la Luz del Verbo Encarnado. Cada hombre y cada mujer estamos en la mira del Reino de las Tinieblas. Su objetivo es confundir y entenebrecer nuestra inteligencia y nuestra voluntad, nuestra capacidad de descubrir la Verdad y la de adherirnos al Bien. Allí se juega todo. Por ese motivo la Virgen nos da su Llama de Amor para que al contemplarla a Ella la gracia de Dios pueda iluminar nuestras inteligencias y limpiar nuestros corazones. Para comprender el mensaje del Diario Espiritual es necesario adquirir una gran humildad. Dios se revela a los pequeños, a los niños. Dios no tiene necesidad de la sabiduría y de la fuerza humana para renovar la Iglesia. Jesucristo pide a las familias que se renueven desde el interior poniendo en práctica lo que desde siempre la Iglesia nos ha dicho y practicado.

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