DIOS PERMITE LA ENFERMEDAD PARA SACAR UN MAYOR BIEN

El conocimiento de la gloria de Dios está en el rostro de Cristo (2 Cor 4,6). Moisés le pidió a Dios: “Déjame ver tu rostro”. Y el Señor le respondió: “nadie puede ver mi rostro y vivir” (Ex 33,20). Cuando el Verbo de Dios se encarnó este gran deseo del hombre de poder contemplar cara a cara el rostro de su Señor, se cumplió. Cristo es Dios y podemos contemplar su rostro, pero ahora no es para “morir”, sino para “vivir”. La contemplación del rostro de Jesús es para los cristianos el camino de la santidad. Estamos llamados a ser imágenes perfectas de Jesucristo. De tanto contemplar el rostro santísimo de Jesús, el nuestro se va transfomando en el suyo. Los espíritus inmundos van a atacar el rostro de las personas para que en vez de transparentar el rostro de Jesús se entrevea el de Satanás. Los ojos son las ventanas del alma. A través de ellos se ve la mirada pura de Jesús o las miradas perversas de los diversos espíritus malignos, de acuerdo a las pasiones que dominan al hombre. 

Otro elemento importantísimo donde pueden alojarse los espíritus malignos es el tracto respiratorio. La nariz, la cavidad nasal, los senos, la boca, la garganta (faringe, laringe), los pulmones, los bronquios. Varias enfermedades respiratorias con causadas por su acción. Debemos tener en cuenta que el Espíritu Santo en hebreo se designa como aire, viento, soplo. El Espíritu Santo es la vida del alma. En la respiración está la vida del hombre. Cuando hablamos el aire pasa desde nuestros pulmones por los órganos de la fonación para producir la palabra.  En los pulmones se purifica la sangre. En los ataques diabólicos con mucha frecuencia se presenta el ahogo. Las víctimas sienten que les aprietan la garganta. Se les tranca la nariz y no pueden respirar. Esta zona es muy compleja. El Evangelio nos trae la curación del mudo, del sordo, del ciego, en los que se hace alusión a los espíritus malignos como causa de esas enfermedades. 

En este terreno debemos evitar dos extremos: por un lado atribuir al Demonio todas las enfermedades y por otro negar absolutamente la posibilidad de que una enfermedad sea causada o impulsada por la acción de los espíritus malignos. Como discípulos de Cristo debemos tener siempre en cuenta que el Señor, venga de donde venga la enfermedad, tiene poder para liberar y sanar. Él nos dio el ejemplo al devolver la salud a tanta gente. En el Diario Espiritual las enfermedades aparecen en el hogar de Isabel como en todas las familias.  Su esposo muere de cáncer. Ella debe guardar cama y cuidados especiales para proteger la vida de su hija que está por nacer. La niña nace muy enfermiza, pero se cura milagrosamente al cabo de varios años.  En el caso de otra hija enferma Jesús le dice que esos sufrimientos,  prolongados durante meses, servirán para la conversión de su corazón. En otro caso, uno de sus hijos varones, morirá dejando varios niños huérfanos.

La misma Isabel sufrirá varios años grandes dolores y penas antes de morir de cáncer. También Jesús le habla a Isabel de cómo ejercerá su función maternal después de su propia  muerte sobre sus hijos por medio de su intercesión y por los méritos que ella habrá adquirido en vida. Lo importante es que como familias cristianas recuperemos el sentido del dolor y de la enfermedad. No se mueve la hoja del árbol sin que el Señor no lo quiera. Todo lo que nos llega en el campo de la enfermedad, sea psíquica, sea orgánica, sea de origen natural, sea de origen preternatural o diabólico, está bajo el dominio de Jesús. El Señor no permite nada que sea para nuestro mal. Cantidad de personas no entienden esto y se rebelan contra la enfermedad y el dolor y los sufrimientos en general. En muchos casos atribuyen a Dios el mal, lo recriminan y blasfeman. En otros, los que no tienen Fe, se suicidan o piden la eutanasia, o llevan la enfermedad en medio de la amargura y desesperación, o de manera estoica. Para que la enfermedad pueda tener el fruto espiritual que el Señor en su infinita sabiduría ha determinado, es preciso aceptarla con humildad y fe. 

Dios siempre se sirve de las enfermedades y aparentes males que nos llegan para acercarnos a Él y lograr así nuestra salvación eterna. El Señor no envía nunca el sufrimiento para destruirnos o desesperarnos. Podemos verlo como un mal aparente o darle la interpretación de un castigo. Los Israelitas fueron castigados con el destierro a Babilonia. La intención de Yahveh no era destruir a su pueblo, sino lograr su conversión. Quiso que Israel en el destierro contemplase su rostro por medio de la meditación de su Palabra. Allí nació la Sinagoga.  De hecho Israel salió fortalecido y santificado de los penosos cincuenta años pasados en la esclavitud. Regresaron a su tierra, reconstruyeron el Templo e iniciaron una nueva etapa de su historia que sirvió de preparación para la venida del Mesías. La Llama de Amor lleva a las familias la gracia de la resignación amorosa ante las penas de esta vida. Renueva la Fe en la divina providencia. Nos hace poner nuestra confianza en un Dios amoroso y no en la arrogante voluntad propia.

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Un comentario

  • Increíble todo lo explicado en este escrito!
    Padre , es excelente la forma que lo desarrollo , ahora es luz en un mundo de tanta confusión y transgiversar la verdad!
    Todas las ciencias como sicologia, medicina , educación han ido poco a poco enseñando al ser humano a dejar de tener contacto con su ser interior y a anular sus sentimientos sus emisiones , todo le han querido dar una explicación que ellos pueden controlar que el individuo no descubra que Dios vive en el y que tenemos un alma y un espíritu que Dios mismo se comunica con nosotros y nos guía , nos instruye , nos hace descubrir los recursos necesarios para suplir todas las necesidades que tenemos !
    Tanto material que Dios ha revelado a estas místicas de esta época y la iglesia lo tiene todo como en un gavetero con llave y aquí los obejos seguimos tratando de aprender pero sin pastor !
    En las iglesias no nos hablan de estos libros, o de estas revelaciones que ya han sido puestas en libro y desarrolladas por quien si desea obedecer a Nuestro Señor !
    Ud. Lo explica muy bien , es bien desarrollado toda la enseñanza , es como alumbrar el camino con una lámpara muy potente !
    Cómo podríamos dar a conocer a más personas estos temas maravillosos y que las familias tanto necesitan?
    Es muy frustrante que nos tengan con las manos atadas!
    Muchas Gracias por haber publicado este material tan valioso !

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