BENDECIDO AÑO NUEVO 2021

Queridos hermanos:
¡Felicidades a todos! Comenzamos el Nuevo Año 2021 en el regazo de María, la Madre de Cristo, la Madre de Dios, la Madre de toda la humanidad. Antiguamente esta fiesta del primero de Enero era dedicada a honrar la Circuncisión del Señor. Después del Concilio Vaticano II la octava del Nacimiento de Jesús celebra la MATERNIDAD DIVINA DE MARÍA SANTÍSIMA. La Iglesia nos dice con este cambio en la Liturgia que cada año debemos comenzarlo en los “brazos de María”. Unidos a Jesús, siendo UNO con Jesús, debemos colocarnos en el seno de su Madre y nuestra Madre. Que este año 2021 esté lleno de esperanza.

Los medios de comunicación social nos están trayendo malos augurios. Muchísimos corazones están llenos de tristeza y de miedo. La pandemia del Covid-19, como el ángel exterminador, va pasando por las casas y amenaza con llevarse no sólo a los primogénitos, sino a todos los habitantes. Es el momento de sellar nuestros hogares con la Sangre de Jesús. Dios mismo dio a los israelitas el camino para escapar de la muerte. Les indicó que sellaran con la sangre del cordero las puertas de sus casas. Comencemos este Nuevo Año 2021 consagrándolo al Señor. Sellemos nuestros hogares con la Sangre de Cristo. Hagamos hoy el propósito de vivir este nuevo año que el Señor no da dentro del fuego ardiente de la Llama de Amor.

Estemos seguros de que María Santísima, la Madre de Jesús y nuestra Madre, protegerá nuestras familias. Convirtámonos en ángeles portadores de la Vida y vayamos de casa en casa entregando la Llama de Amor a todas las familias para que este mundo se salve de la acción del ángel de la muerte. No nos quedemos pasivos ante tanta amenaza y tanto dolor como se nos pronostica. Esta pandemia en vez de ser ocasión de tristeza y desesperación debe ser para nosotros, seguidores de Jesús, motivo de esperanza. Nuestra Fe debe ser la antorcha que ilumine a tantos corazones entenebrecidos por la desesperación. Jesús lo ha dicho y su palabra se cumple: “Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, le abrirán”(Lc 11:9–10). Pongamos pues en acto esta enseñanza del Señor y comencemos por orar. ¡Hay que orar en familia! ¡Hay que orar el Rosario de la Llama de Amor! Para que se nos dé, para que recibamos, para que encontremos la paz y la Vida.

La Fuerza del Señor nos viene por la oración. No existe mejor oración para cegar al “ángel exterminador” que el rosario de la Llama de Amor. Queridos hermanos los invito a todos a que nos integremos en el inmenso ejército que la Virgen está formando, de tal manera que en este año 2021 la Llama de Amor llegue a todos los países y a todos los hogares del continente y más allá, del mundo entero. La Virgen está urgida. Nos pide que difundamos su gracia. En vez de desperdiciar el tiempo divirtiéndonos con las redes sociales sirvámonos de nuestros teléfonos y computadoras para llevar a todos nuestros amigos, vecinos, conocidos y desconocidos el mensaje de la Llama de Amor.

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