¿CUÁL ES LA RAZÓN DEL COMBATE ESPIRITUAL? ¿POR QUÉ NOS ATACA SATANÁS? ¿POR QUÉ SE NOS DA LA LLAMA DE AMOR?
C). Detrás de cada acción hay un motivo que impulsa a actuar a los seres inteligentes. Si conocemos la motivación podremos valorar su acción. El Demonio tiene un poderoso motivo para atacarnos. ¿Cuál es la razón de un odio tan espantoso para esta criatura tan débil llamada “hombre”? ¿Por que motivo se encarnó Dios? ¿Por qué Jesucristo se entregó a una muerte tan terrible? ¿Qué está detrás de ese acontecimiento tan inverosímil? ¿Por qué la Madre de Dios y de los hombres se preocupa de obtener del Padre Eterno un instrumento tan poderoso para “cegar a Satanás? ¿Por qué una mujer tan sencilla como Isabel Kindelmann acepta entrar en un proceso de dolor y de sufrimiento tan tremendo para darnos a conocer la Llama de Amor? Si no tenemos una correcta información no podremos dar con la clave. Los que hemos aceptado las enseñanzas de la Iglesia Católica basadas en la Revelación Divina tenemos todos los elementos para comprender ese drama tan impresionante en el que desempeñamos un papel de primer plano. En el Diario espiritual ya desde las primeras líneas Isabel nos pone al tanto del “camino de Señor” y de las “molestias continuas del enemigo malo”. Esa será la temática de todo el Diario. El Designio de Dios sobre el Hombre y el ataque despiadado de un enemigo encarnizado que no quiere que se realice ese Designio.
¿Por qué es tan importante ese Designio para nosotros? Debemos conocer, valorar y aceptar las razones que motivan a Dios. Si comprendemos que el Creador nos ama infinitamente y quiere hacernos plenamente felices por toda la eternidad, asimilaremos el mensaje del Diario Espiritual y daremos el valor supremo al tiempo de nuestra existencia terrenal. Solamente el que ignora el Designio divino comete el error de desperdiciar su tiempo. ¿Y las motivaciones del “maligno enemigo”? ¿Por qué nos odia? Porque odia a Dios y porque nos envidia con todo su ser. No quiere que gocemos de la felicidad que Dios nos ha preparado. Quiere arrastrarnos a su “universo de oscuridad y dolor sin límites” en el que se precipitó por su soberbia. En medio de ese Amor y de ese odio está la Virgen María para ayudarnos a comprender la Verdad de las cosas. Si valoráramos con claridad que Dios nos llama al “Cielo” (palabra que ya no nos llama la atención) pondríamos en movimiento todas nuestras fuerzas para alcanzarlo.
Si entendiéramos lo que es el “infierno” (palabra gastada que ya no dice nada al hombre moderno) nos debatiríamos con infinito arrojo contra aquellos que quieren arrastrarnos a él. La Llama de Amor es el instrumento dado por la Virgen María para salir victoriosos en ese trascendental combate. Sería un error gravísimo reducir la Llama de Amor a un simple instrumento para “sentirnos bien”, “para tener una relativa paz espiritual”, para liberarnos de las “perturbaciones” del enemigo. Entendámoslo bien: todos tenemos al frente a un tenaz y torvo adversario que no descansará hasta hundirnos en la muerte eterna. El “infierno” ha sido ridiculizado por la propagada incrédula, pero es totalmente cierto ayer, hoy y para siempre.
Aunque se empeñen en negarlo. La realidad horrenda del alejamiento eterno de Dios (el infierno) es lo que justifica que Jesucristo haya aceptado gustosamente sobrellevar el dolor de su Vida-Pasión-Muerte. Si la Virgen nos da la Llama de Amor es porque hoy por hoy es totalmente indispensable para la Iglesia Católica tomar conciencia de la gravedad del momento. Si los católicos no comprendemos que estamos llamado por Dios a dar la respuesta que la Humanidad necesita ante el ataque diabólico más poderoso de su historia, fracasaremos nuestra vocación divina de ser LA LUZ DEL MUNDO. Los hombres -y especialmente los católicos – estamos perdiendo la batalla ante la malicia de Satanás. Tenemos todas las armas para vencer pero no las utilizamos. Dios no está perdiendo la guerra ni la perderá, pero nosotros sí, ¡muchísimos! El Designio divino se cumplirá pero infinidad de personas no podrán gozar de él por toda la eternidad, o habrán desperdiciado el tiempo de su existencia terrenal.
El Cielo nos está sacudiendo, pero estamos ciegos no queremos entender los mensajes ni los valoramos. El infierno cada día está más envalentonado y descarado en la proclamación evidente de su existencia, pero lo miramos y no lo vemos. “Mirarán con los ojos pero no verán”. No sabemos ver. (Is 6,9; Jer 5,21;Ez 12,2;Jn 6,36) “Vieron a Jesús pero no creyeron en Él.” Esa batalla que decidirá la salvación de la Humanidad está EN EL CORAZÓN DE LAS FAMILIAS, en su interior. Por ese motivo es relativamente fácil y rápido ganar la guerra a Satanás: si cada familia combate al Demonio en el interior del hogar y se convierte en lo que la Virgen pide (UN SANTUARIO FAMILIAR), el “reguero de pólvora” se dará. El poder de intercesión del Inmaculado Corazón de María garantiza la victoria. Este es el mensaje del Diario. El combate espiritual debe entrar en el interior de cada hogar católico para expulsar a Satanás e instaurar el Reino de Cristo. Ese es el fruto de la Llama de Amor. Tomemos los medios para que se realice la profecía de María: el “incendio espiritual” del mundo entero y la caída del reino de Satanás.