NO SE ORA LO SUFICIENTE EN LOS HOGARES CATÓLICOS

Recibir la Llama de Amor es recibir una Gracia muy grande para la defensa de nuestra familia y la de cada persona individual. Me maravilla que pretendamos la conversión de las familias a partir de charlas de tipo moralizante y no nos demos cuenta de que la crisis de la familia es ante todo una crisis espiritual. La raíz del desastre de la familia moderna es una carencia de GRACIA DE DIOS. Es decir, en otros términos: una acción diabólica. Hay gente que ve al demonio en todas partes. Y hay gente que nunca ve al demonio. Es mucho más grave no ver al demonio cuando está presente que verlo cuando no lo está. 

La presencia diabólica es fácil de detectar. Basta poner los ojos en Jesucristo y comparar lo que se está viviendo con lo que Jesucristo es en sí mismo y lo que Él nos pide que vivamos. Donde no está la piedad de Cristo, no está Jesús. Donde no está la obediencia de Cristo, no está Jesús. Donde no está la humildad, la pureza, la modestia, la verdad, la castidad, la fidelidad,…..de Cristo. No está Jesús. Y todo lo que Jesús nos pide se llaman “virtudes cristianas” que no se adquieren si no está la Gracia de Dios ayudándonos. La conversión de las familias vendrá de la GRACIA DE DIOS y ésta se obtiene cuando hay verdadera oración. Por ese motivo EL EFECTO DE GRACIA DE LA LLAMA DE AMOR se obtiene orando. 

La raíz de la crisis de la familia está en que NO SE ORA LO SUFICIENTE EN LOS HOGARES, y no simplemente una oración vocal, sino una oración que nos lleve hasta la intimidad con Jesucristo. En estas primeras páginas del Diario vemos cómo Isabel ha sido llevada a una verdadera “intimidad”; es decir una amistad profunda con Jesucristo. “Ten plena confianza en Mí”, …”Deja tus dudas…”, “mi gracia estará sin cesar contigo”…”Te voy a dejar sufrir, hija mía, en gran sequedad espiritual” .”Diferentes tentaciones te van a atormentar”.. La amistad lleva a Isabel a identificarse con Jesucristo en el sufrimiento redentor. Son las almas, la salvación de las almas lo que importa a Jesucristo. “Conmigo tienes sed de almas” le dice Jesús a Isabel. Todo esto implica que la amistad con Jesucristo lleva al discípulo a aceptar la Cruz en la vida que Dios nos da. 

Una amiga me decía: “Yo dejé de leer el Diario espiritual porque me da miedo tanto sufrimiento. Dios le pide a Isabel mucho sufrimiento”. Aquí está el punto central de la problemática del discípulo de Cristo. O aceptamos conscientemente la Cruz de Cristo en nuestra vida como la fuerza y la sabiduría de Dios, (1 Cor 1y2; Rom 1 y2) que nos dan la victoria sobre las tentaciones del mundo-demonio-carne, o nos quedamos sin entender lo que significa creer en Cristo. El Diario Espiritual nos lleva a lo esencial de la vida cristiana: aceptar en nuestra vida la Cruz de Cristo. Esta aceptación es el fruto de la acción del Espíritu Santo, “el Espíritu Santo a quien invocas tantas veces tomará posesión de tu alma por medio de Nuestra Madre, su predilecta”. 

María está al pie de la Cruz. Ella más que nadie ha sufrido con Cristo por la salvación de las almas. La Madre de Jesús será la gran maestra de Isabel en este camino de la Cruz. 

La Devoción a la Llama de Amor de ninguna manera es una “devocioncilla” de recitar oraciones y nada más cómo piensan algunos. Leyendo a Isabel y conociendo su vida nos encontramos con que se trata de un camino de renuncia tras renuncia hasta llegar a una verdadera identificación con Cristo. Pues bien, ese es el camino de la FAMILIA CRISTIANA. No puede ser familia cristiana aquella que no toma su cruz para seguir a Jesús. Y esto cuesta mucho. Aquí desempeña su papel el EFECTO DE GRACIA DE LA LLAMA DE AMOR: “Si tu amor viniera a menos, dirígete a nuestra Madre Celestial, Ella llenará tu corazón con abundante amor hacia Mí. Te agradezco que tu corazón sienta Conmigo, que lata en Mí. No te canses nunca de contemplar mis santas llagas, de donde sacarás siempre gran fuerza”.

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