Que las familias vivan la Hora Santa de reparación
Otra de las peticiones de gran importancia que hace el Inmaculado Corazón de María a Isabel Kindelmann es que en las familias se realice la “HORA SANTA DE REPARACIÓN”. El 13 de abril de 1962 la Santísima Virgen dice a Isabel: “Te pido hija mía, que los jueves y viernes ofrezcas a Mi Hijo Santísimo una reparación muy especial. La manera de hacerla es la Hora Santa de Reparación en la Familia. Esta hora que pasarán en familia haciendo reparación, comiéncenla con con lectura espiritual y continúen con el rezo del Santo Rosario u otras oraciones en un ambiente lleno de recogimiento y fervor. Háganlo por lo menos entre dos o tres porque donde dos o tres se reúne allí está mi Hijo. Al comenzar santígüense cinco veces y mientras lo hacen ofrézcanse por medio de las Llagas de Mi Santo Hijo al Eterno Padre. Hagan lo mismo al terminar. Santígüense de esta manera también al levantarse y al acostarse y aún durante el día porque eso les acercará por medio de Mi Hijo Santísimo al Eterno Padre y su corazón se llenará de gracias” (p 44).
Estas palabras son de gran importancia y encierran multitud de enseñanzas que deberemos ir desarrollando en varios comentarios. En primer lugar María hace una petición. Se trata de un deseo de la Madre de Dios: que todas las familias hagan al menos una HORA SANTA DE REPARACIÓN a la semana. Ella señala dos días Jueves y Viernes. Podemos escoger un día, o podemos tomar los dos.
El Santísimo Sacramento y la Pasión de Nuestro Señor están íntimamente unidos. El Jueves Santo, institución de la Eucaristía; Viernes Santo contemplación de Cristo crucificado. Ella no señala hora precisa, ni tampoco un lugar determinado aunque se presume que la casa de habitación pueda ser el lugar más apropiado. El requisito es “pasarla en familia haciendo reparación”. En la pág. 325 del Diario Espiritual Llama de Amor (edición Costa Rica) encontramos una variante en la traducción del mismo párrafo: “Hija mía ruego que consideren los jueves y viernes como días especiales de gracias y ofrezcan a mi Santo Hijo una reparación muy especial. La manera de hacerla es la Hora Santa de Reparación en la familia”. Las diferencias son mínimas y el sentido está claro. En la pág. 194 (24 sept 1963) dice Nuestra Señora: “Aquellas familias que guardan los días jueves o viernes la hora santa de reparación en la familia, si en la familia muere alguien, después de un único día de ayuno estricto (observado por un miembro de la familia), el difunto de la familia se libra del purgatorio”. Aquí vemos que queda a elección escoger uno de los dos días para hacer esta hora santa de reparación.
La gracia de la Llama de Amor está íntimamente unida a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Cuando María nos habla de Hora Santa de reparación nos está remitiendo a la espiritualidad del Sagrado Corazón. Nuestro Señor Jesús pide a Santa Margarita María que de las once a las doce de la noche de cada jueves le ofrezca una hora de adoración, postrada con la faz en el suelo, participando en sus sufrimientos y ofreciendo reparación por los pecados del mundo. Es importante que los devotos de la Llama de Amor se instruyan acerca de la Devoción al Sagrado Corazón para poder comprender y vivir mejor el mensaje del Inmaculado Corazón de María. Mi recomendación es que por medio de Internet accedan a las magníficas páginas que nos hablan de este tema.
La adoración reparadora hunde sus raíces en la espiritualidad bíblica. El hombre se reconoce pecador ante Dios y le ofrece su arrepentimiento y sacrificios de expiación y reparación por sus pecados. Jesús nos da ejemplo de la adoración nocturna. El evangelio nos dice que pasaba las noches en oración hablando con su Padre. En el Diario Espiritual vemos que la intención de la Virgen María es la renovación espiritual de la Iglesia. María quiere ayudarnos a recuperar esa gran tradición ancestral de la oración en familia en sus diversas formas.
En el movimiento internacional de la Llama de Amor se ha ido difundiendo el folleto “Cenáculo de oración” que es un sencillo, práctico y bello instrumento que puede ayudarnos a realizar esta petición de María Santísima. Debemos tener en cuenta que la Virgen no nos da un esquema completo de la Hora Santa de reparación. Nos da sugerencias. Cada familia se organizará como mejor le convenga. Para cumplir los deseos de Nuestra Señora podemos servirnos de los abundantes devocionarios que existen en la Iglesia.
Ella pide un ambiente lleno de recogimiento y fervor; un mínimo de dos o tres participantes de la familia, aunque lo ideal es que estén todos los miembros. El Santo Rosario es la parte medular. Pide lectura espiritual que debería ser tomada en el mejor de los casos de la Palabra de Dios; invocar las cinco llagas de Jesús y ofrecerse al Eterno Padre por medio de ellas. Las demás oraciones son libres. Es necesario que la familia se reúna y comparta su fe. Esta tiempo puede ser también también lugar de sanación y de liberación para los miembros del hogar afectados por problemas espirituales y enfermedades físicas.