CARTA No. 201: La señora Brenda dice: “Soy de Lechería, en Venezuela. Hace poco descubrí su canal en YouTube.

Estoy conociendo la Llama de Amor. Quiero que mi familia sea un Santuario. Mi principal problema es mi marido. Tiene los sacramentos, pero nunca le hablaron de Dios. Se refugia en el alcohol y en los amigos. Confunde libertad con libertinaje. Anda metido en la política. Quiere llevar su vida de soltero. Está cegado y sordo espiritualmente. Mis dos hijas y yo estamos en constante oración. Al escuchar sus enseñanzas comprendo mejor cómo le hemos abierto las puertas al enemigo en mi familia. ¿Qué puedo hacer? Ya estoy cansada de tanto luchar.

Respuesta: No se desanime. Su caso es uno entre miles. Dice Ud. que “su marido tiene los sacramentos pero nunca nadie le habló de Dios”. También señala algo muy importante: “hemos abierto las puertas al enemigo”, “mi marido está “ciego y sordo espiritualmente”. Siguiendo con el comentario anterior Carta # 200 podemos ver con claridad la acción de los espíritus malignos en su marido. Hay sordera y ceguera espiritual, y todo lo que esto significa. Ellos impiden que la Palabra de Dios sea escuchada y comprendida, lo que lleva al disgusto de las cosas de Dios. La frialdad se instala en el corazón. Estos espíritus malignos afectan los oídos. La ceguera espiritual tiene su sede en los ojos. Allí he encontrado multitud de demonios, espíritus inmundos, de almas. Especialmente por los ojos entran los espíritus de malos deseos. Asmodeo, Lilith 1 y Lilith 2, que son demonios de seducción, lujuria, pornografía, igualmente atracción por el mismo sexo, etc. También he encontrado a envidia, orgullo, soberbia.

Al estar cerrados los oídos y ciegos los ojos, las facultades de la inteligencia se vuelven incapaces de juzgar con rectitud. En consecuencia el corazón, las capacidades de la voluntad, quedan atadas y arrastradas por las pasiones. La persona queda incapacitada para luchar con libertad contra las tentaciones y se deja arrastrar. Creo que una de las gracias más importantes que la Llama de Amor da a las familias es la de recuperar la confianza: La intercesión de María es capaz de obtener las gracias de conversión de los corazones más endurecidos. El demonio es débil cuando se enfrenta a la oración intensa y perseverante. No dejen de orar en familia, vivir los sacramentos, ofrecer reparación y sacrificios por la conversión de su marido. Si le da la oportunidad reúnase en privado con él y pídale que le permita orar por su sanación interior. Enseñe a su esposo a orar, a compartir sus necesidades y debilidades. Si él lo permite impóngale las manos como dice el Evangelio. Sobre los oídos, sobre los ojos, sobre la cabeza, sobre el corazón. Ore en voz audible y ordene en el Nombre de Jesús, suavemente y con unción a los espíritus malignos de sordera, de ceguera espiritual que salgan de los oídos.

Haga lo mismo sobre los párpados. Si es posible utilice el aceite exorcizado haciendo una crucecita sobre los oídos, los párpados, la frente, el pecho. Poco a poco irá viendo los resultados. La oración siempre trae gracias de Dios. Los espíritus inmundos salen por la boca en eructos o en vómitos. Si esto sucede, no se angustie ni se desasosiegue. Siga orando con la jaculatoria de la Llama de Amor. Lo más importante es que su marido, o la persona por la que esté orando, vaya aprendiendo a orar y secunde la oración de usted con su propia oración. Ayude a su marido a leer y meditar algunos pasajes muy importantes del Evangelio, de las Epístolas. La Palabra de Dios es una espada de dos filos que penetra hasta lo profundo del alma para matar el pecado y destruir la acción de Satanás. Es necesario armarse de la paciencia del Espíritu Santo y de su fuerza para perseverar en esta lucha por el alma de su marido y de sus hijo

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