CARTA No.141: Ricardo, de Barranquilla, Colombia dice:
Gracias a Ud. he ido conociendo la Llama de Amor. Leo sus comentarios, oigo sus audios y estoy participando cada viernes en la “escuela de la Llama de Amor”. Le agradecería a su merced que dedicara varios comentarios a la práctica de la liberación. ¿Cómo proceder para hacer las oraciones de liberación con la Llama de Amor en el interior de la familia?
Respuesta: En varios comentarios he hablado de este tema. Trataré de completar lo ya escrito. La Virgen pone en nuestras manos un “Haz de luz” un “nuevo instrumento” que debemos utilizar para edificar el Santuario familiar. Cristo debe reinar en cada corazón y en cada familia. Satanás quiere reinar en los hogares, dice María. Hay pues una lucha entre los padres de familia y Satanás. El gran deber de los esposos es la santificación de sus almas y la de sus hijos. Los pastores deben luchar contra el lobo. Tienen en sus manos un instrumento extraordinario: la Llama de Amor. En primer lugar debemos poner en práctica todos los elementos de crecimiento en la vida cristiana que la Virgen nos da en el Diario. Oración en familia, especialmente el Santo Rosario con la jaculatoria, práctica regular de los sacramentos y especialmente la confesión y la comunión, la misa dominical y si es posible diaria, la vela de adoración nocturna, etc.
En segundo lugar hay que discernir cuáles son los ataques que el Demonio hace contra los esposos y los hijos (y otras personas que forman parte de la familia). Lo más importante es fortalecer la vida de fe de los miembros del hogar. Si hay una fe viva Satanás no podrá reinar en él. En segundo lugar hay que crear los momentos que nos permitan orar por sanación y liberación en el interior de la familia. Todos experimentamos los ataques de Satanás. Nadie está exento. Siendo familia debemos compartir no solamente las alegrías sino también los sufrimientos. Los padres deben fomentar un clima de confianza en el interior del hogar para que todos puedan con sencillez pedir oración porque se sienten tentados y necesitados del apoyo espiritual. Por lo menos una vez a la semana la familia entera debería reunirse para compartir su vida espiritual y orar unos por otros. Aquí se da el momento para orar por sanación y liberación. La jaculatoria es un instrumento muy poderoso para ir cegando los ojos del maligno.
Cada uno de los cónyuges y cada uno de los hijos y demás miembros de la familia tiene su propio combate contra el Maligno. Sin embargo el combate de uno es el combate de todos. Ese combate durará toda la vida. La ayuda mutua en el combate nos asegura la victoria. Donde dos o más están reunidos en nombre de Jesús allí está el Señor con toda su fuerza. Los padres deberán discernir qué espíritus malignos están actuando en sus hijos, por ejemplo: ira, violencia, odio, rebeldía, mentira, desobediencia, lujuria, embriaguez, depresión, tristeza, suicidio, desesperación etc. No basta con saberlo, hay que ayudar al hijo a tomar conciencia de esa realidad. Hay que orar en ese momento con el hijo y “sobre el hijo” con la Llama de Amor para que esos espíritus inmundos sean cegados. Es necesario creer en la poderosa intercesión de la Virgen que cuando es invocada y le pedimos que ciegue a estos espíritus malignos, Ella lo hace. Iremos en los próximos comentarios tocando aspectos prácticos en la oración de liberación con la Llama de Amor.