CARTA No.24: ¿Qué es el racionalismo y por qué es perjudicial para la Iglesia?
La Sra. Lupita, mexicana que vive en Estados Unidos pregunta: “ Ud. habla del racionalismo como de algo malo
Respuesta/ La palabra racionalismo viene de la raíz: razón. La razón es la facultad que tiene nuestra mente de pensar. Todo ser humano tiene esa facultad por medio de la cual tratamos de comprender quiénes somos y qué es lo que nos rodea. Pensar y razonar son dos palabras muy parecidas que vienen a decir lo mismo. Cuando nosotros tratamos de comprender lo que nos pasa en nuestro interior y lo que pasa fuera de nosotros, nos damos cuenta de que no somos capaces de explicarlo de manera perfecta. Siempre nos quedan dudas, oscuridades, por más que pensemos, razonemos, investiguemos, nos encontramos con límites que no estamos en condiciones de superar. Nos damos cuenta de que la razón es incapaz de responder a todas las preguntas que el hombre se puede hacer. Hay personas que dicen que solamente es verdadero aquello que la razón puede explicar. Para ellas la razón es la única fuente que tenemos para conocer y explicar la realidad, la verdad. Es la única herramienta con la que se construye la ciencia, el conocimiento. De esta manera de pensar nació un movimiento que se llama racionalismo.
¿Qué implicaciones tiene esta manera de pensar? Que todo aquello que no podemos probar y explicar por la razón no tiene valor. En la Edad Media se consideraba de manera general que Dios nos había hablado y que esa Palabra de Dios estaba en la Biblia. La Biblia era Palabra de Dios. Para los racionalistas la Biblia es un libro humano, como todos los demás. Por lo tanto la mayor parte de lo que allí se dice, no tiene valor científico porque sobrepasa a la razón. Solamente la virtud de la Fe es la que nos permite aceptar la Biblia como Palabra de Dios. La Iglesia nos enseña que Dios le dio al hombre dos instrumentos para comprenderse y comprender la realidad que lo rodea: la razón y la Fe. Son como los dos ojos del alma. Cuando solamente empleamos la razón o cuando solamente empleamos la Fe, no vemos bien. El racionalismo y otras teorías “filosóficas” se han disputado el poder en estos últimos siglos. La Fe como instrumento para conocer la realidad ha sido desechado por mucha gente.
El resultado ha sido que la razón humana, privada de la luz divina, se visto envuelta en grandes contradicciones. Cuando en los bautizados se opaca la Fe y se dirigen sólo por la “razón” la vida pierde la seguridad que nos da el auxilio divino. La Iglesia es el Pueblo de Dios. Aceptamos que Dios nos ha creado, que nos ha hablado, que Dios nos ama, que Dios se hizo hombre para salvarnos de la Muerte, que nuestra felicidad está en hacer su divina voluntad, que Él nos ha redimido del pecado, que existen los ángeles buenos fieles a Dios y que existen los ángeles malos enemigos de Dios y de nosotros, que no nos podemos salvar por nosotros mismos, que existe el Cielo como premio y que existe el infierno si rechazamos a Dios, que Jesús fundó su Iglesia como el principal medio de salvación porque la Iglesia nos lleva a Cristo y por Cristo al Padre en el Espíritu Santo, que Jesús nos vino por medio de María Santísima que es su Madre y madre espiritual nuestra, que por los sacramentos la Trinidad Santísima viene a vivir en nosotros…etc.
Cuando la razón piensa sin la ayuda de la Fe, se duda de todo lo que la Iglesia nos transmite de parte de Dios. El resultado es el caos en el interior de la conciencia. Cuando el racionalismo se mete en el corazón de los teólogos y de los pastores lo que transmiten al Pueblo de Dios es la duda respecto de lo que Dios nos ha revelado y el resultado es la falta de Paz en el corazón. La gracia de la Llama de Amor tiene como objetivo devolvernos una Fe límpida, viva, fiel a la enseñanza de la Madre Iglesia, rica en contenido, portadora de serenidad ante los problemas de la vida, llena de humildad ante los Misterios divinos. El racionalismo tiene sus raíces en el orgullo humano que pretende realizar el destino del hombre sin necesidad de Dios. En el fondo es el pecado de Lucifer. Jesús es el modelo de la sabiduría, de la verdadera ciencia, ¡Él es la Ciencia!, y de la verdadera humildad; Él es la Llama de Amor.