CARTA No.25: ¿A cuál de los dos Papas debemos obedecer? A Benedicto XVI o a Francisco? ¿Es cierto que el Papa Francisco es un impostor?

El Sr. Fabrizzio de Panamá

Respuesta/ Aunque esta pregunta no entra directamente en el tema de la Llama de Amor se la voy a responder porque mucha gente está confundida en este tema. La palabra Papa significa padre y proviene del griego. Era una manera corriente de llamar a los obispos y sacerdotes en la antigüedad. Hoy también llamamos a los sacerdotes con el título de “padre”. Con el correr de los siglos la palabra Papa se empleó en occidente de manera exclusiva para el Obispo de Roma o Sumo Pontífice. También en la Iglesia Ortodoxa se da el título de Papa a aquellos obispos que ejercen la mayor autoridad. Hay una gran desinformación en torno al hecho de que Su Santidad Benedicto XVI haya renunciado y se haya elegido a un
nuevo Sumo Pontífice. Esta desinformación en algunos casos se lanza por malicia con la finalidad de desautorizar al Papa
Francisco y en otros casos por pura ignorancia. El hecho de que el cargo o responsabilidad pastoral del Sumo Pontífice sea “vitalicio”, es decir para toda la vida, no implica que el Papa no pueda renunciar a él.

El Derecho Canónico lo dice claramente. En ese caso ya no sigue ejerciendo este ministerio y por lo tanto deja de ser la cabeza de la Iglesia Católica. Su Santidad Benedicto XVI renunció a su cargo pastoral por decisión propia y libre. Manifestó que su edad avanzada y su estado de salud no le permitía enfrentar con eficiencia las grandes responsabilidades propias del Papado. En este caso la Iglesia, representada por el Colegio Cardenalicio, eligió a un nuevo Sumo Pontífice, el Cardenal Bergoglio quien tomó el nombre de Francisco. No hay dos papas. Solamente uno. A Benedicto XVI, se le llama “Papa emérito” por haber ejercido este cargo. Pero no es Papa en funciones. Por lo tanto no debemos repetir el error de decir que hay dos Papas. En torno a la desinformación están muchos intereses perversos que tienen por objetivo crear la zozobra en el corazón de muchas personas sencillas para afectar la credibilidad del Papa Francisco. Hay quienes lo acusan de ser un infiltrado miembro de la masonería, miembro de una corriente teológica progresista de la cual es una simple marioneta.

Lo calumnian como Papa ilegítimo colocado en la cátedra de San Pedro para preparar la llegada del “Anticristo”. Traen a colación las falsas profecías de Nostradamus y de “San Malaquías” a las cuales no debemos hacerle caso porque no son verdaderas profecías sino invento de hombres. Como verdaderos católicos debemos rechazar todos esos infundios que en vez de ayudarnos a vivir plenamente la Fe nos exponen al peligro de herir la unidad y la caridad en la Iglesia. Nuestro amor a la Iglesia debe llevarnos a confiar plenamente en el Santo Padre Francisco y sobre todo en la asistencia del Espíritu Santo para la Esposa de Cristo. En todas las épocas de la historia de la Iglesia ha habido en torno al Papado grandes críticas. Es normal. Podemos no estar de acuerdo con el pensamiento personal del Papa en muchas cosas “secundarias”, pero como Vicario de Cristo merece todo nuestro amor filial, nuestro respeto y nuestra obediencia. No podemos dejarnos llevar por las variadas ideologías que juzgan la vida de la Iglesia por sus errados parámetros de “conservador”, “liberal”, “progresista”, “retrógrado”, etc.

Sobre todo debemos pedir el Don de Sabiduría para no dejarnos engañar por la jauría de pretendidos “influencers” que ni son católicos ni aman ni respetan a la Iglesia pero que constantemente opinan en los medios de comunicación de lo que no saben ni conocen. En el Diario de la Llama de Amor encontramos la enseñanza de Nuestro Señor Jesucristo y de la Virgen María sobre la Iglesia. Jesús no deja de denunciar los pecados de los sacerdotes y miembros de la Jerarquía; amenaza con grandes castigos a los ministros tibios y desinteresados que dejan que las almas se pierdan, pero en todas sus enseñanzas nos lleva a orar intensamente por la Iglesia y a sacrificarnos por las autoridades religiosas, para que sean verdaderamente santos. En resumen mi querido hermano Fabrizzio, hay un solo Papa legítimo y se llama Francisco. De ninguna manera es un impostor ni una marioneta. Podríamos no estar de acuerdo con algunas de sus posturas teológicas o pastorales, pero eso no significa que sea un falso Papa. Como verdaderos católicos debemos amarlo, respetarlo y estar en comunión con él. Francisco es el Vicario de Cristo y donde está Francisco está la verdadera Iglesia.

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