CARTA No.20: ¿Según Ud. cuál es la aportación de la devoción a la Llama de Amor a la Iglesia de hoy?
Pregunta Pedro de Chile.
Respuesta/ No es fácil responder a esta pregunta que en realidad encierra múltiples. Sería fácil decir: Dar a la Iglesia un instrumento que ciegue a Satanás, o cegar a Satanás. Yo creo que en la medida en que el Pueblo de Dios vaya acogiendo el mensaje, la devoción y el instrumento que es la gracia de la Llama de Amor iremos descubriendo su extraordinaria riqueza y oportunidad para las personas individuales, las familias, las parroquias, las diócesis, la iglesia universal, la humanidad entera. En general los aportes son múltiples y no podría yo decir cuál es el de mayor importancia. Me parece que en el fondo se trata de la revelación del Inmaculado Corazón de María como aquella que al frente de la Iglesia como Madre de Cristo y Madre Espiritual nuestra enfrenta al reino de las tinieblas en toda su extensión y poder para derrotarlo y llevar adelante la victoria de su Hijo. El cegamiento de Satanás es solamente la consecuencia de la vocación divina de María Santísima. Dios la escogió como la Nueva Eva a través de la cual se establece el Reino de Jesucristo en cada corazón, en cada familia, en la Iglesia Universal, en la humanidad entera.
La Llama de Amor es la realización de la promesa de Fátima: al final mi Inmaculado Corazón triunfará. ¿Triunfará contra quien? Contra el misterio de la iniquidad (Satanás), expresado en el pecado del hombre y en sus consecuencias: el mal y la condenación eterna. Debemos descubrir a María Santísima, la “gran desconocida”. Pensamos que la conocemos pero estamos muy equivocados. Así como en palabras del Cardenal Mercier el Espíritu Santo es el “gran desconocido”, podemos decir que María, su Esposa, es también la “gran desconocida”. La Llama de Amor prepara una gran “revolución en el interior de la Iglesia” que vendrá con el correr de los años. Siendo María la Madre de la Iglesia no se puede quedar pasiva ante la tremenda crisis de Fe que estamos experimentando desde las “cabezas” hasta los “pies”. El reino de las tinieblas no prevalecerá contra la Virgen María. La devoción a la Llama de Amor va en esta dirección: hacernos tomar conciencia de quién es María en el plan de Dios. Es la Hija del Padre, la Madre del Hijo y la Esposa del Espíritu Santo.
Su grandeza hace temblar al infierno y todos los poderes demoníacos son desbaratados por su intervención. Hay que dejar de lado la falsa manera de ser devotos de la Virgen María para asumir la auténtica devoción a Nuestra Señora que se resume en nuestra participación a sus dolores de “corredentora” al pie de la Cruz. Si el demonio queda ciego es porque la intercesión poderosa de la Señora lleva hacia toda la humanidad el “efecto de gracia”, es decir el “efecto de la redención”. Cuando la Iglesia (cada cristiano, cada familia, cada parroquia, cada diócesis, la Iglesia Universal) recurra con Fe al Inmaculado Corazón el falso reino de Satanás se derrumbará. Es la profecía de María. Estamos en una lucha que se ganará palmo a palmo. María pide a todos los bautizados que entren en el combate de cada día de manera responsable. Si lo hacemos la victoria será rápida. Si no respondemos a su llamado con diligencia, el combate se prolongará dolorosamente para nosotros, pero al final Ella aplastará la cabeza del dragón.