CARTA No.21: ¿Por qué dice Ud. que “la Llama de Amor prepara una gran revolución en el interior de la Iglesia que vendrá con el correr de los años?

Pedro de Chile pregunta:

Respuesta/ Cuando leemos el Diario caemos en cuenta de que tanto Jesús como María denuncian la situación de grave crisis en la que se encuentra la Iglesia, a todos los niveles. Pareciera que hemos llegado a un “punto de no retorno”, como dicen los profetas del cambio climático. El hombre ha abusado tanto de la tierra que ya no se puede volver atrás. La humanidad no está en condiciones de recuperar lo que por sus abusos e indolencia hemos perdido: los polos se deshielan, las especies de animales se desaparecen por millares, los combustibles fósiles están destruyendo y contaminando la atmósfera, los océanos están muriendo, etc. Muchas ciudades costeras serán englutidas por las aguas de los mares, los recursos alimenticios se agotan y vendrá el hambre, la manipulación genética ha convertido al ser humano en un objeto de experimentación, los niños no nacidos están siendo sacrificados por millones para satisfacer el egoísmo de corazones corrompidos…El futuro de la humanidad es más que sombrío.


Los hombres estamos ciegos y seguimos empecinados en destruir la tierra y destruirnos. La falsa ciencia, la ambición de
dinero, de comodidad, de lujo, de poder está promoviendo este suicidio planetario. Algo así está pasando desde el punto de vista “Espiritual”. Una espiral de locura suicida ha enceguecido a multitud de seres humanos que están empeñados en sacar a Dios de su propia Creación. Este frenesí de muerte y autodestrucción dice la Virgen es producido por Satanás y sus espíritus malignos que odian a Dios y al hombre. El ser humano está siendo engañado por la astucia diabólica y no tiene por sí mismo capacidad para enfrentar semejante ataque. El resultado es que el destino eterno de la humanidad está en
juego. Sin una ayuda extraordinaria de Dios la humanidad está perdida. Lo peor de esto es que la Iglesia, cuya vocación es
anunciar el Reino de Dios, está enormemente contaminada por la ceguera e indolencia.

Para que la Iglesia se recupere se necesita “un milagro”. La Virgen habla no de revolución (palabra que implica el sólo esfuerzo del hombre) sino de milagro: una intervención extraordinaria de Dios. “Milagros nunca vistos”(13-4-1962; 1-8-962). Ella nos reprocha la indolencia, la frialdad, la indiferencia ante los intereses de su Hijo: la salvación y santificación de las almas. La Llama de Amor es un instrumento “milagroso”(6-8-1962) o “casi milagroso” (8-8-1962) porque requiere la cooperación del hombre. La familia es el terreno principal y más urgente de esta ardua misión de transformar la Iglesia y salvar al mundo. Estamos en un “tiempo de gracia como no ha habido ningún otro desde que el Verbo se encarnó” (3-9-1962): un acontecimiento que conmoverá al mundo.

La Llama de Amor tiene un “poder milagroso” (8-9-1962), será una gran efusión de gracias que salvará las almas de la condenación eterna (9-10-1962). La Virgen, ante nuestras constantes súplicas derramará ese torrente de gracias extraordinarias sobre la humanidad entera (5-10-1962). Ante tal profusión de gracias Satanás no podrá hacer nada, quedará ciego y paralizado, despojado de su poder (22-11-1962). Las gracias que encierra el mensaje y el instrumento de la Llama de Amor cambiarán el interior de las familias y por lo tanto de toda la Iglesia. Es de extrema urgencia que todos los miembros del Cuerpo de Cristo endosemos la “armadura” (Ef 6) y combatamos desde el interior a Satanás con la fuerza invencible de la Madre de la Iglesia.

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