ES NCESARIO AYUNAR POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO (3)
El Diario Espiritual deja entrever cuánto amor tienen Jesús y María por las benditas ánimas del purgatorio. Insisten varias veces para que ofrezcamos ayunos, sacrificios y oraciones para que las almas sufrientes puedan ver pronto el rostro de Dios. “Ya que estás mitigando, hijita mía, este anhelo tan grande que tengo por las almas, sabes ¿con qué te voy a premiar? El alma del sacerdote fallecido, gracias a que han guardado el ayuno pedido por Mí, de hoy en adelante, a los ocho días de haber muerto, se librará del fuego del purgatorio. Y cualquiera que guarde este ayuno, alcanzará esta gracia a favor de un alma que esté penando” …”Por observar el ayuno pedido por Mí, las almas de los sacerdotes, al octavo día después de haber muerto, se librarán del purgatorio” (DE 28-9-1962).
La gracia de la Llama de Amor debe llegar hasta las “almas en pena”. El Señor permite a Isabel experimentar el alivio indescriptible que siente un alma que deja el purgatorio para entrar en el cielo. “mi alma se sumergió en la felicidad inconmensurable del alma que llega a la presencia de Dios” (DE 13-10-1962; 18-5-1964). María se siente conmovida por la “compasión que Isabel tiene por las pobres ánimas” y le concede una gracia especial: ”si en cualquier momento, haciendo referencia a mi Llama de Amor, rezaran ustedes en mi honor tres Avemarías, cada vez un alma se librará del purgatorio. En el mes de los difuntos (en noviembre) al rezo de cada Avemaría, diez almas se librarán del purgatorio. Las ánimas sufrientes deben sentir ellas también el efecto de gracia de la Llama de Amor de mi Corazón maternal” (DE 13-10-1962).
Las familias están invitadas a ayunar por sus deudos: “Aquellas familias que guardan los días jueves o viernes la hora santa de reparación en familia, si en la familia muere alguien, después de un único día de ayuno estricto (observado por un miembro de la familia”, el difunto de la familia se libra del purgatorio” (DE 24-9-1963). El lunes de Pentecostés 18 de Mayo de 1964 después de la sagrada comunión Jesús le prepara una alegría a Isabel: “De entre las almas sacerdotales que sufren en el purgatorio, en este día, a partir de medianoche, a cada hora se libera un alma” , este regalo se lo da Jesús como recompensa porque Isabel ayuna fielmente todos los lunes a pan y agua por las almas sacerdotales que están en el purgatorio.
El 5 de Agosto de 1980 insisten Jesús y María pidiendo al clero , a los religiosos y religiosas, y a los fieles cristianos de todo el mundo que ayunen a pan y agua todos los lunes. “Los sacerdotes, si observan el ayuno del lunes, en todas las santas misas que celebren esa semana, en el momento de la Consagración, liberarán multitudinariamente a las almas del purgatorio. Las personas consagradas a Dios y los seglares que guarden el ayuno del lunes, en esa semana cada vez que comulguen, en el momento de recibir el Sagrado Cuerpo del Señor, liberarán multitud de almas del purgatorio” . ¿Por qué insisten tanto Jesús y María en orar por las almas del purgatorio? Porque esta verdad de Fe se va perdiendo en el corazón de muchos bautizados: no oran por los difuntos, se contentan con rezarles un novenario y basta.
María, como madre amorosa nos insiste en que no las olvidemos. Para este ayuno dice: “Quienes de ordinario guardan el ayuno, les es suficiente guardarlo hasta las seis de la tarde. En este caso, recen un rosario de cinco misterios en ese mismo día por las ánimas”. El protestantismo, que niega el purgatorio, ha hecho un inmenso daño a las almas porque se ha perdido entre ellos la oración por los difuntos. Uno de los puntos importantísimos para vivir la Devoción a la Llama de Amor es abrirnos los ojos sobre la existencia del purgatorio: en primer lugar hay que evitar ir al purgatorio viviendo una vida de intensa piedad y alejada del pecado; en segundo lugar orar intensamente por la almas que están sufriendo la purificación. Ellas nos lo agradecerán.