CARTA No.334: LOS DOS INSTRUMENTOS DE LA LLAMA DE AMOR: LA JACULATORIA Y LA ORACIÓN DE LOS ETERNOS ANHELOS DE JESÚS.

Pedro José, dice: Soy de Amecameca de Juárez en el Estado de México, pero vivo en la ciudad de México. Conozco desde hace varios años la Llama de Amor pero no sé cómo vivir esta devoción. Ud. dice que no basta con rezar el rosario. ¿Qué debemos hacer entonces de más? 

Respuesta: La Llama de Amor es una gracia nueva en la Iglesia. La Virgen la da especialmente a las familias con una intención: la de renovarlas desde el interior en la vivencia de la Fe. Esta gracia es un instrumento que la Virgen pone en nuestras manos en primer lugar para combatir y vencer a Satanás y de manera simultánea restaurar a las personas que integran la familia sanándolas y liberándolas de las heridas que produce la acción diabólica. Es una devoción que nos enseña a combatir y vencer a Satanás. Es una gracia de liberación y de sanación interior. Es un camino de santificación de la familia. Hay dos instrumentos concretos que debemos utilizar permanentemente: la jaculatoria y la oración de los eternos anhelos de Jesús. Son como las dos manos o las dos piernas de esta devoción. La jaculatoria “derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad” ciega al Demonio. La oración “que nuestros pies vayan juntos…etc.” reconstruye el interior de las personas transformando las almas en imágenes vivas de Jesucristo. Son los dos instrumentos que permanentemente deben ser utilizados por quien quiera vivir esta devoción. No podemos pasar todo el tiempo “combatiendo a Satanás”. 

Esta devoción no se centra en Satanás ni en el combate contra las tentaciones. La Llama de Amor se centra en Jesucristo. Crecer en Cristo es su principal objetivo: la santificación de las personas. Debemos aprender a utilizar estos dos instrumentos de manera coordinada. En los momentos de tentación utilizar la jaculatoria, en los momentos de paz utilizar la oración. La repetición lenta de la jaculatoria y de la oración nos van fortaleciendo contra los ataques diabólicos y nos van ayudando a descubrir la intimidad con Jesucristo. El Diario Espiritual de Isabel Kindelmann es el camino sobre el que transita la Devoción a la Llama de Amor. En sus páginas vamos aprendiendo a vivir como verdaderos cristianos integrados en el Misterio de la Iglesia. No hay aspecto de la vida cristiana que no esté considerado en los mensajes de Jesús y de María a Isabel Kindelmann y a través de ella a la Iglesia entera. Estamos en los últimos tiempos. Tiempos de tremendo combate a muerte de las almas contra Satanás. Las familias católicas luz del mundo y sal de la tierra están bajo asedio despiadado de las hordas infernales. 

Han perdido prácticamente su identidad y han dejado de ser testimonio vivo de la presencia de Cristo en el mundo. Infinidad de cristianos están subyugados bajo las garras de los espíritus malignos y su influencia espiritual sobre este mundo es prácticamente nula. En vez de hacer presente a Jesucristo han decaído hasta convertirse en marionetas del enemigo maligno. El combate decisivo entre Jesucristo y Satanás es precisamente por la familia. Los hogares son la carta más importante del juego. Jesucristo no perderá la batalla pero sí infinidad de familias están en riesgo de perderla, es decir, no llevarán a sus miembros a la Vida Eterna. La gracia de la Llama de Amor es dada a las familias católicas para que se conviertan en verdaderos focos de evangelización de las demás familias. En los hogares de los discípulos de Cristo deben darse los frutos del Espíritu Santo que edifican a cada uno de sus miembros según la imagen del Salvador. La devoción a la Llama de Amor debe vivirse de manera integral. El rezo del Santo Rosario cada día en familia es sin duda alguna importantísimo y no debe faltar. Sin embargo el rezo del Rosario es solamente el primer paso para que la devoción a la Llama de Amor produzca sus frutos. Se debe poner en práctica todo el programa que la Virgen María le da a Isabel Kindelmann para que cada familia se transforme en un Santuario Espiritual.

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