RENOVAR EL REZO DEL ROSARIO
María dice con tristeza a Isabel: “pedí los primeros Sábados y no me han hecho caso” (DE 13-4-1962). En sus mensajes en Fátima pide la comunión reparadora y el rezo del Santo Rosario. “Soy la Señora del Rosario, que continúen rezando el Rosario todos los días”. “Continúen rezando el rosario para alcanzar el fin de la guerra”. “Oren, oren mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Son muchas almas que van al infierno porque no hay quien se sacrifique y ruegue por ellas”. “Cuando recen el rosario, digan después de cada misterio: “Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente las mas necesitadas de tu misericordia”. En Pontevedra, España, Jesús y María piden la devoción a los cinco primeros sábados de mes para reparar las ofensas y
blasfemias lanzadas contra su Corazón Inmaculado: La negación de su Inmaculada Concepción, de su Virginidad perpetua, de su Divina Maternidad (no reconocer que es Madre de Dios y de los hombres), la perversión del corazón de los niños al sembrar en ellos la indiferencia y el odio a la Virgen, y los ultrajes contra sus santas imágenes.
Si Nuestra Señora insiste tanto en el rezo y meditación del Rosario es porque el Señor ha dado a esta devoción un poder especialísimo contra la acción diabólica. La guerra y el aborto son las expresiones más violentas y espantosas de la Llama Satánica, la Llama del odio. El demonio busca no sólo la muerte de la humanidad sino su condenación eterna. Nuestra Señora une el rezo del Rosario y los sacrificios para acabar con la guerra y lograr la conversión de los pecadores. En estos últimos tiempos es el Rosario el que acabará con la maldición del aborto que es peor que la guerra. El mensaje de la Llama de Amor viene a renovar el Rosario convirtiéndolo en un arma de lucha contra el Reino de las Tinieblas.
Al introducir en el Ave María la jaculatoria “derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad” la Virgen quiere darnos el arma que en el interior de las familias cegará la acción diabólica que fundamentalmente consiste en la “confusión de la inteligencia”, la ceguera espiritual. Cuando la inteligencia es cegada el hombre pierde la capacidad de descubrir la Verdad y comete las peores aberraciones. La queja de la Virgen engloba tanto a las autoridades de la Iglesia como a los fieles. Hemos desoído su petición. El Rosario es desconocido por la mayor parte de los fieles católicos. Son pocas las familias que diariamente se reúnen para honrar la petición de María Santísima y que reparan las ofensas cometidas contra su Inmaculado Corazón. Como consecuencia Rusia continuó esparciendo sus errores promoviendo guerras y persecuciones contra la Iglesia. No se la consagró al Inmaculado Corazón y tampoco hubo oración y sacrificios que merecieran la gracia de la Paz.
La Virgen sigue insistiendo. Ella pide obediencia de nuestra parte. Si todas las familias se deciden a rezar el Rosario cada día utilizando la jaculatoria, Ella cegará a Satanás y apagará la Llama del odio que está destruyendo todo. Se necesita que el nivel de oración y de sacrificios en la Iglesia supere el nivel de la malicia satánica que envuelve al mundo. Eso está al alcance de nuestras manos. Uno de los objetivos más importantes de la devoción a la Llama de Amor es que todas las familias diariamente oren y recen el Santo Rosario. De esta oración diaria brota la fuerza que mantiene a los hogares en la fidelidad a sus compromisos matrimoniales. El primer gran deber de los padres fe familia cristianos es asegurar diariamente la oración en familia.