LOS PECADOS DE LOS PADRES DE FAMILIA ABREN PUERTAS A LOS ESPÍRITUS MALIGNOS
Como he dicho en comentarios anteriores todas las familias sin excepción sufren ataques diabólicos. Unas los repelen con éxito, otras son víctimas de la acción de los demonios. Los ataques más peligrosos son aquellos que no “hacen ruido”; son silenciosos como la serpiente. Todos los ataques diabólicos tienen un objetivo principal: conducir las almas al estado de pecado mortal habitual. El plan de Satanás busca que las personas y las familias rompan la amistad con Dios. Recordemos el resultado de la tentación de Adán y Eva. Cuando esto se logra Satanás ha logrado su objetivo. Ya no tiene por qué trabajar. Ha logrado su victoria. La familia cristiana ha dejado de ser sal de la tierra y luz del mundo. Tristemente debido al desconocimiento de la Ley de Dios y a la pérdida del sentido del pecado, es incontable el número de personas y de familias que han expulsado a Dios de sus vidas y viven rechazando su Ley, como Dios no existiera.
Esto es lo verdaderamente grave y lo que debería angustiarnos. En el Diario Espiritual la Virgen se queja con amargura y dolor de la pérdida de estas almas. En toda las apariciones modernas Ella habla de lo mismo: de la condenación eterna de muchísimas almas. La gente lanza gritos al cielo y se muere de miedo por los “relatos” que hacen los exorcistas de las posesiones diabólicas. ¡Qué tontería! Se escandalizan morbosamente por esos fenómenos grotescos y escalofriantes, pero no se impresionan gran cosa cuando las masas se vuelven ateas, llevan una vida de rechazo a los sacramentos, se entregan a perversiones sexuales, viven en permanente violencia, se dedican a la búsqueda idolátrica del dinero, del poder, del placer, cometen injusticias, se apropian injustamente de los bienes del prójimo, abortan, atentan contra su salud y su propio cuerpo, se entregan al esoterismo y al culto al demonio, etc.
Muchísimas familias viven así. Es de esto que deberíamos huir como de la peste. Esa es la acción diabólica más frecuente y la más temible. Ese es el reino de Satanás en las familias tal como la Inmaculada Virgen María lo denuncia en sus apariciones, y especialmente en la Llama de Amor. Cuando los miembros de la familia, especialmente los progenitores, viven su vida fuera de la gracia de Dios, hay un gran repercusión en los descendientes. Es lo que se llaman las cadenas ancestrales. Hay quienes lo niegan pero es totalmente verdadero. Muchos hijos nacen afectados por los pecados de sus ancestros. El pecado repercute en los descendientes. De padres impíos nacen en general descendientes espiritualmente fríos para con Dios. De los padres esclavos de la lujuria y del adulterio salen descendientes promiscuos.
Quienes practican esoterismo o visitan magos, hechiceros, adivinos, santeros, etc. transmiten afectaciones espirituales graves. Podríamos alargar la lista. El Diario Espiritual es un llamamiento urgente y recio contra la desintegración de la práctica de la Fe en las familias. El efecto de gracia de la Llama de Amor propone el camino que han de seguir las familias para liberarse de esas ataduras espirituales que provienen de los pecados de los ancestros. Especialmente hay que detectar los pecados actuales para abandonarlos y reparar los pecados de los ancestros pidiendo a Dios perdón por ellos. Las almas de los antepasados que están en el purgatorio piden ayuda e influyen en la vida de la familia de una manera misteriosa.