CARTA No.268: Maritza de Sacramento, California, dice:

¿No podría hacernos un esquema para orar por liberación con el Rosario de la Llama de Amor? 

Yo desde hace algunos años rezo el Rosario pero sola. Ahora estoy tratando de que lo recemos en familia. El Rosario normal, el de siempre, pero las cosas no cambian. Yo quisiera ver si rezando este Rosario nuevo, el de la Llama de Amor podemos cambiar. En mi familia hay mucho que sanar y liberar. Sobre todo el vicio del alcohol de parte de mi marido. Él es una buena persona. Es un científico. Una persona muy instruida. Estudió en escuelas católicas, pero es frío con las cosas de Dios. Él reza el Rosario para darme gusto, pero su corazón no se transforma. Mis hijos también son fríos. Siguen llevando una vida superficial. Todo el tiempo metidos en las redes sociales. Les cuesta orar y tomar la Palabra de Dios.  Les cuesta ir a misa.  Yo quiero que mi familia cambie. 

Respuesta: Hola, Maritza.  Son varios los puntos que deberíamos clarificar para dar respuesta a tu pregunta. Tú quieres que en el interior de tu familia haya sanación y liberación, especialmente del vicio del alcohol en tu marido y de la división entre tus hijos. El Rosario de la Llama de Amor no es un Rosario nuevo. Es el mismo, el de siempre, con los mismos misterios y oraciones. Lo que la Virgen quiere con la Llama de Amor es que las familias católicas comprendan que la vida tiene un propósito. Que no debemos desperdiciar el tiempo que Dios nos da en esta tierra.  No basta rezar el Rosario de la Llama de Amor para dejar un vicio o cambiar de vida. La Virgen dice que muchas familias católicas vegetan en la tibieza espiritual porque todavía no han comprendido su vocación en este mundo. No se han abierto al Evangelio aunque hayan ido a la escuela católica. No han puesto a Jesucristo en el primer lugar de su vida. Hay una revelación interior que el Espíritu Santo hace en las almas. Es necesario acoger con un corazón de niño lo que Dios nos dice en Jesucristo y a través de Jesucristo. Quien no acoge a Jesús no se salva.

El Rosario es un “camino” hacia el conocimiento de Jesucristo. Los sabios según “la sabiduría del mundo” son aquellos que pretenden salvarse con esa sabiduría que no viene de Dios. Para ellos la Palabra de Cristo no es importante. La ciencia humana, por muy valiosa que sea, no salva. Dios solamente otorga su sabiduría a los humildes de corazón, es decir a los que acogen el Evangelio,  a Jesús. Con su gracia de la Llama de Amor la Virgen quiere renovar desde las raíces a las familias católicas para que se conviertan en “luz del mundo”, en proclamadoras eficaces del Evangelio para otras familias que yacen enceguecidas por la “sabiduría de este mundo”. Quien está detrás del enceguecimiento de la inteligencia humana es Satanás. Hay una falsa sabiduría, la sabiduría satánica.  Su objetivo es impedir que los seres humanos conozcan a Jesús. El mensaje de la Llama de Amor quita el velo a la mentira que envuelve al mundo y nos deja frente a la Verdad: El hombre, creado por Dios, está llamado a la Vida Eterna. Ésta consiste en conocer al Padre y a su enviado Jesucristo. La Llama de Amor nos revela el papel de María, la Madre de Dios, en el plan de salvación de cada persona humana.

Jesús es el que ciega a Satanás, sólo Él es el Redentor, el único Mediador, pero viene a nosotros por medio de una Mujer, y nosotros vamos a Él por esa Mujer. Cuando en familia rezamos el Rosario de la Llama de Amor, María, la Madre de Jesús, desempeña su vocación: es el instrumento privilegiado de Dios para hacernos conocer a su Hijo. ¿Cuál es la sanación y liberación que buscamos por medio de la Llama de Amor? Es en primer lugar quedar liberados de la ceguera espiritual que nos impide reconocer a Jesucristo como el Hijo de Dios encarnado, nuestro Redentor y Salvador, la Vida, la Verdad y el Camino hacia el Padre. Reconocer a Jesús como los pastorcitos de Belén en brazos de su Madre. El problema de tu marido y de tus hijos es que están viviendo según la sabiduría de este mundo. Por ese motivo son “fríos” en la fe. En el centro de su corazón no está Jesús. Está la ciencia humana, están las redes sociales. Si oran con humildad el Rosario, la Virgen Madre de Dios cegará a Satanás, tal como Ella lo dice. Este es el combate principal que se debe desarrollar en el interior de los hogares católicos. Los ojos se deben abrir hacia la Verdad, que es Jesucristo. Siempre queda vigente la palabra de Jesús:<<Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a pequeños>>.(Lc 10:21–22).

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