CARTA No.215: La Sra. Carolina, de Bogotá, dice:
Gracias por la enseñanza que nos dio en la carta No. 214. Lo que pasó en la familia de Roberto también ha pasado varias veces en la mía cuando hemos rezado el Rosario de la Llama de Amor. Ha habido varias manifestaciones de espíritus malignos y verdaderas liberaciones. A partir de entonces rezamos la Llama de amor todos los días y la vida en la familia ha ido mejorando enormemente. Dejamos de pelearnos, se calmaron las discusiones, comenzamos a ir a Misa los domingos. Ahora hay paz en mi familia. Hemos comenzado a prestar atención a muchas cosas que antes no le dábamos importancia, como la confesión, la adoración al Santísimo. Mi marido era completamente indiferente a las cosas de Dios. Ahora sí somos una familia católica, antes éramos católicos “a mi manera”. ¡Doy gracias a la Llama de Amor!
Respuesta: Tengo muchísimos testimonios como el tuyo. Cantidad de familias están recuperando la Fe católica con el rezo del Rosario de la Llama de Amor. Me dicen: es un milagro lo que ha pasado en mi familia. Estamos cambiando. La Virgen lo dice en varios pasajes del Diario Espiritual. María promete que hará verdaderos milagros en las familias que acojan su Llama de Amor. Transformará los corazones. Jesús dice que su Madre quiere hacer maravillas “en el fondo de los corazones”. La Virgen habla del milagro de la llama de Amor. Impresiona mucho descubrir que hay espíritus malignos que “nos habitan”, que “nos oprimen”, que hay brujos que nos atacan con maleficios. No nos dábamos cuenta de eso. Éramos ignorantes. Sin embargo, lo más importante no es que se den fenómenos de liberación cuando se reza el Rosario o se utiliza la jaculatoria sino que lo principal es el acercamiento de las personas a Jesucristo. Conocer a Cristo, su Palabra, sus sacramentos, su Iglesia. Tal como la Virgen lo pide en el Diario Espiritual. Combatir la acción diabólica es muy importante pero es mucho más importante que pongamos nuestros ojos en Cristo Jesús. Los demonios huirán en la medida en que la familia viva en Cristo Jesús.
El Demonio y los suyos con como “moscas” importunas que espantamos y que de nuevo vuelven otra y otra vez a perturbarnos. Los espíritus malignos tienen un objetivo: impedir que pongamos los ojos en Jesucristo para que nos alejemos de Él y que entonces nuestras familias se conviertan en pequeños infiernos. La Llama de Amor nos lleva a una nueva manera de vivir en familia, a vivir de acuerdo a las enseñanzas de Jesús. Al poner en práctica las enseñanzas del Evangelio la vida familiar se transforma. Se convierte en un “santuario” donde reina Jesucristo. Ese es el objetivo de la Virgen María al darnos la gracia de su Llama de Amor. El problema de la Iglesia de hoy es que infinidad de bautizados no conocen a Jesucristo, viven de acuerdo a las enseñanzas del mundo, del Demonio y de la carne. El propósito de vida de estas personas consiste en “realizarse” ellos mismos de acuerdo a sus propios intereses: tener dinero, tener cultura, tener poder político, ser admirados por su belleza, gozar la vida, perseguir los placeres de la carne, etc. Convierten su vida en una permanente lucha por objetivos banales, sin consistencia, sin futuro. La gracia de la Llama de Amor nos lleva a combatir con la fuerza del Espíritu Santo las huestes demoníacas que permanentemente quieren arrastrarnos a vivir fuera de Cristo.