CARTA No. 169: Juan Carlos de San José, Costa Rica pregunta:
¿Cuál es el papel que desempeña la Devoción a la Llama de Amor en este mundo tan complejo del que Ud. nos habla? ¡Demonios, hechiceros, almas que nos rodean y nos afectan! ¿En qué sentido nos ayuda la Virgen María?
Respuesta: En los comentarios anteriores he compartido algo de lo que he ido descubriendo al tratar con personas afectadas por el mundo de las tinieblas. ¿Cuál es el papel que desempeña el Inmaculado Corazón de María para ayudar a las familias a salir indemne de los ataques diabólicos? Ya lo hemos visto en el Diario Espiritual de Isabel Kindelmann. Ella ejerce su maternidad espiritual sobre cada persona y sobre la familia entera. Aconseja, guía, protege a Isabel. La acompaña, la inspira, la corrige. La lleva a los pies de Jesús. Es una verdadera Maestra de santidad. A través de las enseñanzas que da a Isabel nos pide que pongamos en práctica los medios de santificación tradicionales que la Iglesia nos ha dado desde siempre. La Devoción a la Llama de Amor no consiste sólo en rezar el Rosario, reunirse en cenáculo de oración en las casas y en la parroquia, ser fiel a las prácticas de piedad tradicionales. La Virgen quiere ejercer en plenitud su vocación de Madre de la Iglesia para cada familia. De manera particular su poder sobre Satanás. Cada familia es imagen de la Iglesia. Cuando Satanás ataca a una familia está en realidad atacando a toda la Iglesia. Necesitamos abrir los ojos, discernir, cuándo y cómo somos atacados por el Maligno. Necesitamos aprender a utilizar el instrumento de gracia que María ha puesto en nuestras manos para cegarlo.
En cada hogar debe triunfar su Inmaculado Corazón. Cada bautizado en Cristo debe realizar el misterio del sacramento: pasar efectivamente de las tinieblas a la Luz. Creo que este es el punto fundamental de la acción de la Llama de Amor en el interior de cada alma y de cada familia. Si la Devoción a la Llama de Amor no realiza en nosotros este paso nuestra devoción es falsa. Se ha quedado en lo superficial. ¿En qué consiste pasar de las tinieblas a la Luz? Debemos estudiar este tema en los Evangelios y en los escritos del Nuevo Testamento. De manera especial en San Pablo. Se trata de morir con Cristo al pecado. Ese es el punto central de la vida cristiana. No basta haber recibido el bautismo. No basta rezar, es necesario luchar victoriosamente contra el pecado. Para eso María nos da su instrumento: para enfrentar la tentación. Dentro de nosotros están las pasiones desordenadas. Hay una fuerza de la iniquidad (el poder de las tinieblas) que nos arrastra al pecado. El Padre “nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino de su Hijo querido, en quien tenemos la redención, el perdón de los pecados” (Col 1,13-14). Para infinidad de bautizados su bautismo no significa nada. Viven como si no lo hubiesen sido. Viven como paganos, sin Cristo, fuera de Cristo. Esta es la tragedia de infinidad de familias que se dicen católicas porque fueron bautizadas. Sin embargo Jesucristo no es su centro de gravedad. Sus miembros viven para los intereses del mundo, del demonio y de la carne. San Pablo habla de que la acción de los espíritus malignos “entenebrece el “entendimiento” y endurece el corazón” (Rom 1,28-32; He 26,18; Ef 4,17-18; 20-24, etc.).
Si queremos ser verdaderos cristianos debemos dejarnos edificar por el Espíritu Santo como templos vivos de Dios (Col 2,29; Ef 2,21). En Ef 4,22 San Pablo nos dice que tenemos que despojarnos de las pasiones del “hombre viejo” que nos arrastran al pecado. La gracia de la Llama de Amor nos enseña a detectar y cegar en nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, recuerdos, la acción de los espíritus malignos. Su presencia y acción maléficas se reflejan en nuestras facultades mentales, en nuestras facultades afectivas, en nuestro propio cuerpo. Cuando invocamos al Inmaculado Corazón de María utilizando el instrumento de la Llama de Amor los espíritus malignos, los maleficieros y las almas que nos están afectando reaccionan y se ponen en evidencia. Dolores de cabeza, mareos, ganas de vomitar, opresiones en el pecho, etc. Pedimos a la Virgen que los expulse. En general, salen de la persona por la que oramos a través de eructos y de vómitos. Cada familia debe aprender a orar por la sanación interior y liberación de sus miembros con el efecto de gracia de la Llama de Amor. Muy a menudo estamos sufriendo los ataques de los entes de las tinieblas pero no nos damos cuenta. Tenemos el remedio al alcance de la mano y no lo empleamos. Debemos ir aprendiendo día a día a utilizar la gracia de la Llama de Amor para edificar nuestro Santuario interior y nuestro Santuario familiar.