CARTA No.155: Alicia, del cenáculo virtual dice:
¿Qué cosa le parece más importante en el mensaje del Diario Espiritual? Como madre de familia quiero llevar la Llama de Amor a mi hogar.
Respuesta: Para contestar esta pregunta remito a mis lectores a leer y meditar los párrafos del 17 de enero de 1964, 24 de setiembre de 1963, 12-21-y 28 de 1963; 19 de noviembre de 1962 del Diario Espiritual. Creo que lo más importante es lograr la conversión de los padres y madres de familia. De las mujeres porque Dios les confía a las madres de manera especial esa grandiosa vocación de cuidar desde su seno la vida y la primera educación en la fe de los hijos. De los hombres porque Dios los constituye cabeza del hogar y les entrega el poder de transmitir la vida, de guiar a su familia, de representar a Jesucristo en el interior del hogar, de cuidar a los suyos como el pastor cuida a sus ovejas. Hombre y mujer los creó; por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y será con ella una sola carne, dice el Génesis 2,18-25. Ambos hombre y mujer en una estrecha colaboración y responsabilidad están llamados por el Creador a participar en ese gigantesco proyecto divino de llamar a la existencia a los seres humanos que poblarán el Cielo. Necesitamos un inmenso ejército a lo largo y ancho de América y del mundo entero para que este proyecto de la Virgen se haga realidad. Cuando los novios van al matrimonio sacramental sin tener el corazón convertido al Señor lo que se tiene es una unión frágil.
El Sacramento no se puede desarrollar con toda su potencia porque la acción del Espíritu Santo es bloqueada por la voluntad propia de los esposos. El matrimonio se les vuelve una pesada carga y terminan separándose o viviendo una relación tóxica. Sin embargo como dice el Señor a San Pablo: “te basta mi gracia porque mi fuerza se realiza en la flaqueza” (2 Cor 12,9). Cuando los dos esposos aceptan vivir las gracias de la Llama de Amor se realiza ese milagro de dar vida a un matrimonio en decadencia o moribundo. Lo que más urge en este momento es la conversión de muchos cónyuges que tienen el corazón endurecido porque desgraciadamente han llevado una adolescencia y una juventud alejada de Dios. Las mujeres son en general más dóciles a las llamadas del Señor y tienen un corazón muy generoso que les permite entregarse con un amor inmenso a la edificación del hogar. Ninguna mujer y sobre todo si es madre de familia quiere la destrucción de su familia, sobre todo por el bien de los hijos. Casi siempre la mayor responsabilidad en la destrucción de los hogares viene de la negligencia del hombre que se rehusa a entrar en un proceso de renuncia al pecado y abandono de actitudes que destruyen el amor.
La Virgen llama de manera urgentísima a todos, hombres y mujeres a formar su ejército de la Llama de Amor para que su proyecto de cegar a Satanás y salvar a este mundo enceguecido, tenga éxito. La virgen los llama, esposos, a convertirse con sinceridad de corazón. Quiere que confíen en Ella. La Virgen quiere ayudarlos porque tiene de parte de su Hijo el poder de intercesión eficaz. Hay infinidad de matrimonios que están pasando la agonía de un divorcio. Es hora de ayudarles transmitiéndoles el mensaje de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María. No puede haber fracaso allí donde se ponen con humildad todos los medios para hacer la voluntad de Dios. Aunque aparentemente las cosas no resulten como uno las desea, Dios recompensa, porque lo importante no es la perfección en los resultados, sino que se cumplan los designios del Creador. Allí donde Dios encuentra almas que le responden no hay fracaso. La salvación de las almas es lo más importante y Dios salva cuando Él encuentra en el corazón de las familias buena voluntad.