CARTA No.113: Yo quiero promover la Llama de Amor, pero en este país (Estados Unidos), con una cultura tan diferente a la mía, ¿ Qué puedo hacer?
Claudia, colombiana que vive en Nueva York, USA dice: Yo quiero promover la Llama de Amor, pero en este país (Estados Unidos), con una cultura tan diferente a la mía, ¿ Qué puedo hacer?
Respuesta: Debemos tener muy en cuenta lo que María Santísima le dice a Isabel: “Porque no solamente en las naciones que me han sido encomendadas sino en toda la redondez de la tierra va a encenderse y se extenderá por todo el mundo (su Llama de Amor). Aun en los lugares más inaccesibles porque para Satanás no hay lugar inaccesible. Saquen fuerza y confianza. Yo apoyaré su trabajo con milagros nunca vistos hasta ahora que imperceptible, mansa y silenciosamente va a obrar la reparación a mi Hijo Santo” (DE 1-8-1962). Allí donde la Virgen nos llame a trabajar por su Llama de Amor, debemos florecer. Es necesario adaptarse a las circunstancias en las que la divina providencia nos ha puesto. Lo que está al alcance de nuestras posibilidades es lo que nuestra Madre nos pide. Creo que el punto más importante es nuestra propia familia. Si cada familia se renueva desde el interior, el objetivo de la Virgen se está logrando. “Imperceptible, mansa y silenciosamente” – dice María. No necesitamos aturdir o atosigar a las personas hablando a tontas y a locas de la Llama de Amor, pero sí debemos hablar de ella y compartir nuestra propia experiencia personal. La Virgen dice que su Llama se propaga “hablando de ella”.
Comencemos por vivir nosotros mismos de manera intensa la gracia. Primero conociéndola. Para ello iniciemos la lectura asidua, sistemática de Diario Espiritual. Lo podemos leer “en línea” o comprarlo. En Estados Unidos se puede conseguir en Amazon o por medio de las páginas web (The Flame of Love of the Immaculate Heart of Mary” https://flameoflove.us/). Debemos descubrir los puntos esenciales de las enseñanzas para irlas gradualmente aplicando a la propia vida. Lo más importante es aprender a orar. Es el primer paso: orar el Rosario con la jaculatoria, vivir la Eucaristía dominical, acercarse al Sacramento de la Reconciliación de manera regular, iniciarse en la vigilia nocturna, leer y meditar frecuentemente la Palabra de Dios, avanzar en una vida de intimidad con Jesús y María tal como sucede en la vida de Isabel Kindelmann, utilizar la jaculatoria para enfrentar las tentaciones del maligno.
Tratemos ahora de ayudar a los demás miembros de la familia a conocer la gracia de la Llama de Amor. Hablemos de ella. Pasémosles la Llama. Enseñémosles cómo la Virgen María llega a la familia para transformarla y colmarla de bendiciones. Procurar en la medida de lo posible que la familia se reúna para rezar el Rosario. Que haga la Hora Santa Reparadora en familia. Que celebre la Eucaristía dominical y que haga el camino sacramental de iniciación cristiana (Bautismo, confirmación, eucaristía). Que la instrucción en la Fe católica sea patrimonio de todos en la familia. Que el matrimonio se cimente sobre el sacramento. Se trata de ir formando la familia sobre las bases de la Fe de la Iglesia. Es un trabajo de toda la vida, pero hecho con la fuerza que el Inmaculado Corazón nos da con su Llama de Amor. Consagrar la familia a los Sagrados Corazones para que Jesús ejerza su Señorío sobre el hogar. Lograr que la familia se vaya insertando en la vida parroquial para vivir la fe de manera integral.
Un punto importante es conectarse con el Movimiento Internacional de la Llama de Amor que en Estados Unidos está organizado y activo. En la medida de nuestras oportunidades ejerzamos el apostolado de la Llama de Amor llevando el mensaje a nuestros amigos para que llegue a otras familias y se vaya creando el reguero de pólvora de que habla María Santísima. Recordemos que la Llama de Amor nos lleva a vivir la Fe y la Devoción teniendo en cuenta que nos encontramos en los últimos tiempos. Es una época de gran combate contra el Enemigo. Formamos parte del ejército victorioso de la Virgen María y debemos estar dispuestos a ir viviendo cada día con más empeño el llamado de Nuestra Señora. Somos dentro de la Iglesia la levadura dentro de la masa. No nos quejemos de los defectos y problemas de la Iglesia; encendamos la luz de la Llama de Amor y transmitámosla. La Virgen lo ha prometido: Ella cegará a Satanás y lo derrotará en la medida en que nosotros, sus hijos la transmitamos. La Señora nos pide compromiso y diligencia.