CARTA No.110: ¿Cuál es el motivo de tanta reparación en la Llama de Amor?
Francisco, de Costa Rica, dice: He leído el Diario Espiritual y quedo muy impactado por la persistente insistencia del Señor y de María Santísima sobre la “reparación”. Todo el tiempo se pide reparación. ¿Cuál es el motivo de tanta reparación en la Llama de Amor?
Respuesta: Efectivamente, nos quedamos sorprendidos cuando encontramos en el Diario Espiritual tanta insistencia sobre la “reparación de nuestros pecados”. El Señor y la Virgen piden que Isabel ofrezca los sufrimientos, los dolores de cada día, las humillaciones, las penitencias, los ayunos, los sacrificios, las renuncias, la Santa Misa, las oraciones en familia, los trabajos, los “tormentos espirituales” provocados por Satanás, las tentaciones, los actos de arrepentimiento, las velas nocturnas, el rezo del Rosario, las horas santas en familia, la adoración eucarística, en reparación de sus propios pecados y de los de la humanidad. Es una enseñanza de primera importancia para toda la Iglesia y para cada uno de nosotros en particular. No es nada nuevo en absoluto ya que los sufrimientos y la muerte de Nuestro Señor en la cruz fueron ofrecidos al Padre en reparación del pecado del hombre. La redención es fruto del sacrificio de Jesús en la cruz. La vida de los santos de todas las épocas está marcada por la “reparación”. Las grandes devociones que han ido surgiendo en la Iglesia a lo largo de los siglos están orientadas a reparar los pecados del mundo. Especialmente la devoción al Sagrado Corazón es eminentemente reparadora.
En todas las apariciones de María Santísima se insiste de una u otra manera en este punto: reparar los pecados del mundo. El mensaje de Fátima se expresa de manera especialísima en la Devoción a la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María. En Fátima la Virgen dice que es necesaria la conversión del mundo y la reparación de los pecados. El hombre debe arrepentirse de sus pecado y ofrecer a Dios digna reparación. La primera guerra mundial fue causada por los pecados de una sociedad que perdió el sentido cristiano de su bautismo. Igualmente la segunda. Todos esos sufrimientos fueron como una reparación por tanta ofensa a Dios. No deberíamos extrañarnos de que en el Diario Espiritual se nos insista constantemente de una u otra manera en que debemos reparar los pecados. ¿Por qué se insiste tanto en la reparación si es algo tan fundamental en la Doctrina de la Fe católica? La razón es que en los últimos tiempos se ha ido perdiendo entre los bautizados el sentido de la cruz. El dolor, los sufrimientos de Cristo, no se comprenden. Sobre todo no se comprende que por nuestro bautismo hemos sido identificados con Cristo y que estamos llamados a llevar en nuestro propio cuerpo las “marcas” de Cristo como nos dice San Pablo en Gál 6,17.
El Cristiano debe “completar” en su carne lo que falta a la pasión de Cristo (Col 1,24). Hemos sido crucificados con Cristo (Rom 6,6). Nuestro “hombre viejo”, es decir, nuestras pasiones, nuestros pecados han sido clavados en la cruz desde el momento en que aceptamos seguir a Jesús. La cultura moderna del “mundo-demonio-carne” que nos invade y seduce rechaza a Jesucristo porque se trata de un Cristo humillado hasta la muerte y muerte de cruz. Nos toca a los católicos redescubrir el valor del sufrimiento ofrecido en reparación por las ofensas infligidas a Dios por esta humanidad ciega. Como la Llama de Amor es una devoción que debe formar las almas de las nuevas generaciones de cristianos el Diario Espiritual nos educa con tanta insistencia en la importancia del arrepentimiento y de la reparación de los pecados. El Diario Espiritual es una “escuela” de la Fe católica. La enseñanza fundamental es que por el bautismo estamos configurados con Cristo y por lo tanto debemos llevar en nuestro cuerpo y en nuestra alma la pasión de Nuestro Señor. Es algo que se ha perdido y es necesario recuperarlo.