CARTA No.26: ¿Será eso el cumplimiento de las profecías de la Virgen de Fátima?
La Sra. Francisca de Colombia nos dice: Cada día leo en internet los ataques concertados contra la Iglesia en diferentes partes del mundo. Pareciera que los enemigos de la Iglesia trabajan unidos para destruirla. ¿Será eso el cumplimiento de las profecías de la Virgen de Fátima?
Respuesta/ Nuestra Señora dijo en Fátima: «Visteis el infierno, para donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que digo, se salvarán muchas almas y tendrán paz…… Si atendieran a mis pedidos, (la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados) Rusia se convertirá y tendrán paz. Si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia, los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas, por fin mi Corazón Inmaculado triunfará”. Sra. Francisca, muchísimas personas piensan de la misma manera. La Virgen en Fátima proclama que en el Plan de Dios, Ella es el gran instrumento de la Santísima Trinidad para llevar al mundo a la conversión del corazón. Fátima es “completado” y “explicado” por otros mensajes, entre ellos el de la Llama de Amor.
La Virgen llena de tristeza le dice a Isabel que la Iglesia no ha hecho caso a sus llamadas. No ha habido arrepentimiento de los pecados y no ha habido reparación . Mucha gente al leer el mensaje de Fátima se va a las ramas y deja de lado lo esencial. Nuestra Señora pide penitencia, arrepentimiento, sometimiento de toda la humanidad a la Ley de Dios. Sobre todo lo pide de nosotros, que nos decimos discípulos de su Hijo. La Llama de Amor es el mensaje de Fátima aplicado a la familia. María explica que este combate terrible contra la Iglesia y su enseñanza es obra de Satanás. Infinidad de personas se han dejado culpablemente seducir por el Demonio. Su mente se ha entenebrecido. Han renunciado a Cristo. Tienen el poder del dinero. Pretenden destruir a la Iglesia y establecer el reino de Satanás en el mundo. La Virgen señala que es la familia el terreno en donde la Iglesia vencerá al Demonio. Los años que vienen son de gran persecución contra la iglesia a todos los niveles. Debemos abrir los ojos. Llegará un momento en que se cumplirán las profecías del Evangelio. Jesús dice que seremos perseguidos.
La Iglesia siempre ha estado bajo persecución, pero la que se viene es la de los últimos tiempos. Por ese motivo hay que escuchar el mensaje dado a Isabel Kindelman: El Inmaculado Corazón vencerá al Dragón con su Llama de Amor dejándolo ciego. Comencemos por transformar nuestra propia familia en un lugar en donde se ame a Dios y se acepten todas sus gracias. Aquí está la victoria contra el Demonio. No nos quejemos de que la Iglesia vaya mal. Enciende un fósforo: tu familia. Si los dos mil millones de bautizados encendemos ese fósforo, Satanás será derrotado. Es un gigante con pies de barro. La piedrita que lo destruye es la oración. Si todas las familias cristianas aceptan y siguen la Llama de Amor, las maquinaciones de los políticos al servicio de Satanás caerán como un castillo de naipes. Eso que digo parece pietismo, ingenuidad, fideísmo, … tontería. San Pablo responde a esta objeción y dice que el hombre carnal no comprende que Dios venció a Satanás con la única fuerza capaz de vencerlo: la Cruz de su Hijo (1 Cor, 1,14…). El mensaje del Diario espiritual nos lleva a lo esencial: Hay que aceptar a Jesucristo en nuestro corazón y someterse a Él. Si no lo hacemos no hay salvación.
La obra de Satanás consiste en que las mentes y los corazones no conozcan ni acepten a Jesucristo. Esta es la verdadera obra del Demonio. Peor que cualquier posesión u opresión diabólica. El objetivo de la devoción a la Llama de Amor es que todas las familias se vuelvan desde el interior al Corazón de Cristo a través de la poderosísima intercesión del Inmaculado Corazón de María, su Madre y nuestra Madre. El resto es pura hojarasca. El reino del lnmaculado Corazón de María no es político, ni social, ni económico, ni cultural. Ese reino te toca a ti llevarlo al interior de tu familia evangelizando a tus hijos y ayudándoles a comprender que en la medida en que Jesucristo sea el Señor de cada familia, en esa medida el mundo cambiará. Los cristianos somos la luz del mundo y la sal de la tierra. Si no comprendemos esta misión terminaremos tirados en la calle, como se tira la sal que ya no da sabor a la comida. Hay que llevar la Llama de Amor a cada hogar para que avance el Reino del Inmaculado Corazón que no necesita ni de la fuerza del hombre, ni de su dinero, ni de su sabiduría, ni de su poder. La Virgen se sirve de los humildes y de los pobres y de los débiles, despreciados por este mundo, para lograr su aplastante victoria.