EL ROSARIO OBTIENE LA CONVERSIÓN MASIVA DE LAS ALMAS
El 19 de mayo de 1963 la Virgen le dice a Isabel “¿Ves esto hijita mía? Yo les elevo hacia arriba y les conduzco a la Patria eterna que mi Santo Hijo les consiguió por el precio de sus inmensos dolores”. “María pronuncia estas palabras con una voz llena de majestad, de poder de quien está decidida a todo. Isabel experimenta en su interior que María es la poderosa Soberana del mundo, su Reina, delante de la cual van a caer de rodillas con el alma arrepentida todos los hombres”. Después Nuestra Señora le dice en tono suave y con voz maternal: “Esto tienes que poner tú en marcha, hijita mía. ¡No tiembles, mi pequeño instrumento, confía en mi poder maternal”. Se trata de la Llama de Amor de su Inmaculado Corazón. En los párrafos anteriores María le habla de la grave situación en la que se encuentra la tierra. Ésta “se encuentra ahora como la naturaleza antes de la tempestad. También se parece a un volcán que al explotar con su humo infernal, con su lluvia de cenizas, ahoga, mata, ciega y con su temblor derrumba todo a su alrededor.
“Esta es ahora la terrible situación de la Tierra. Está hirviendo el cráter del odio. Su ceniza mortal de azufre quiere convertir en grises e incoloras las almas creadas por el Padre Celestial a imagen y semejanza de Dios. Y Yo el Rayo Hermoso de la Aurora, cegaré a Satanás. Voy a liberar este mundo oscurecido por el odio y contaminado por la lava sulfurosa y humeante de Satanás, a consecuencia, el aire que daba vida a las almas, se volvió ahogante y mortífero….Sabes, hijita mía, las almas escogidas tendrán que luchar contra el príncipe de las tinieblas. ¡Será una borrasca terrible! Más bien, será un huracán, que querrá destruir hasta la fe y la confianza de los mismos elegidos. Pero en la terrible tormenta que se está gestando ahora, verán ustedes la claridad de mi Llama de Amor iluminando cielo y tierra; por la efusión de su efecto de gracia, en esa noche oscura, la entregaré a las almas” (DE 19-5-1963).
Con estas palabras tan impresionantes la Virgen María describe la gran crisis que está atravesando la Iglesia de Jesucristo en estos últimos tiempos. El mundo y por consiguiente la Iglesia, están oscurecidos por la acción de Satanás. El “aire” que daba vida a las almas se ha contaminado y en vez de dar salud las está enfermando. Detrás de todo esta campaña tremenda de muerte espiritual está el “príncipe de este mundo” contra el cual las almas escogidas tendrán que luchar. Si la Iglesia de
Jesucristo es el camino que nos lleva a la Patria Celestial existe una “contra Iglesia” u organización presidida por Satanás que se opone al Reino de Jesucristo. Persigue los objetivos contrarios a los del Salvador. Nuestra Señora habla de una “terrible tormenta”, de un huracán destructor, de una “noche oscura” en medio de la cual Ella entregará a las almas su Llama de Amor que iluminará cielo y tierra.
Unos días más tarde, el 23 de mayo, Jesús interviene y le pide confianza a Isabel. ¡Confía! Siempre te dije que lo que pides con confianza, ya lo has recibido. …Si fueran muchos los que piden, ¡cuántos se convertirían!…Con una sola petición pueden alcanzar la conversión masiva de las almas!”. Ante estas palabras de Jesús comprendemos el valor del Rosario en el combate contra el enemigo. El objetivo de la Llama de Amor es la salvación de las almas. La constante súplica que la Iglesia eleva hacia la Madre de Dios a través de la recitación del Ave María alcanza la victoria de Nuestra Señora frente al enemigo de nuestra salvación. En el Plan de Dios las armas que derrotan al enemigo no son de carne y sangre sino las gracias que se obtienen del Señor por la poderosa intercesión de su Madre Santísima. Ese es el motivo por el cual María Santísima con tanta insistencia pide el rezo en familia del Santo Rosario. Familia que ora diariamente el Santo Rosario recibe de Nuestra Señora su poderosa protección contra Satanás.