LAS ALMAS SACRIFICADAS

Para que la Llama de Amor tenga fuerza en la tierra la Virgen exige “almas sacrificadas” y que velen en oración (6-12-64).  Sacrificio y oración, son los dos requisitos que María Santísima pide para que en el mundo se establezca la Llama de Amor. Todas las familias que forman la humanidad están llamadas a ser Santuarios en las que se ame y glorifique al Creador. Sin embargo la Historia de la Salvación nos muestra que la inmensa mayoría de las familias del mundo todavía no conocen a Jesucristo, Verbo de Dios encarnado y Salvador.  La salvación de las almas es un misterio de la Providencia. Antes y después de la muerte la Misericordia Divina sigue operando.  Los que hemos conocido a Jesucristo estamos llamados por Dios a ser portadores de esa Llama de Amor a toda la humanidad. Esa es la vocación del bautizado en Cristo Jesús. Son las últimas palabras de Jesús: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones”…(Mc 16,14-20; Mt 28,18-20).  

Cada familia que ha recibido el bautismo tiene que hacer en primer lugar el camino hacia la autenticidad cristiana. Familia en la que Cristo no reina en verdad no puede llamarse cristiana. Es una familia compuesta por “falsos hermanos” (Gal 2,4; 2Cor 11,26; 1Jn 4,1).  Esa conversión de la familia es fruto del “sacrificio y  oración”. Son las dos alas del ave que remonta el vuelo hacia el cielo. Jesús nos dice: “Estos demonio solamente se expulsan con sacrificio y oración”. En el Diario Espiritual vemos que prácticamente en cada página tanto Jesús como su Madre Santísima piden o exigen a Isabel que se sacrifique y ore intensamente para que su Llama de Amor se encienda y progrese.  A pesar de que todo el poder está en sus manos, Jesús exige de Isabel una participación marcada por el dolor y la oración intensa para que la gracia de la Llama de Amor se establezca en el mundo. Igualmente la Virgen dice: “Yo haré en unión con ustedes un milagro…” (6-12-1964).  Este don de Dios hay que merecerlo. 

El “efecto de gracia de la Llama de Amor” es un regalo gratuito de Dios  pero el Señor exige, para que los corazones lo reciban, lo mismo que le exigió a su Hijo: la Cruz y la oración. Hay que romper el equívoco de que la Llama de Amor es “una devoción más” en la colección. Esta gracia es un “instrumento” que brota de la pasión de Cristo. María lo obtiene por medio de las cinco llagas de su Hijo. Nuestra Señora dice que hasta ahora Dios no ha dado a la Iglesia una gracia más grande que ésta.  ¿Quiénes han de asumir en primer lugar esta condición de “sacrificio y de oración” intensos en el interior de cada hogar? Los padres de familia. Para que la gracia de la Llama de Amor se establezca en cada familia los progenitores han de vivir intensamente su sacramento del matrimonio que es la vocación a la que Dios los llama. Lo interesante es que el combate contra el “odio infernal” será una victoria ganada por la Virgen quien estará al lado de los esposos para cegar a Satanás. No basta rezar, como es característica de muchas “prácticas religiosas”.

A la oración debe ir íntima e inseparablemente unido el sacrificio. Las responsabilidades de cada día bien vividas por los esposos cristianos constituyen la Cruz que salva a la humanidad. Familias fracasadas son aquellas en las que los esposos traicionan su vocación rompiendo los vínculos sacramentales por negligencia culpable. La Palabra de Dios es infalible: “pidan y recibirán, busquen y hallarán, llamen y se les abrirá, porque el que pide recibe, el que busca halla y al que llama se le abre” (Mt 7,7). La gracia de la Llama de Amor es el mejor aliado de los esposos para proteger su matrimonio y su familia. Hay que acogerla no como una devoción más, sino como un estilo de vida que lleva a la íntima unión con las llagas de Cristo, de las cuales brota el poder de la cruz contra Satanás. Familia que no acepta las cruces que Dios le manda con fe, humildad y agradecimiento, no llega a ser una familia cristiana. Los primeros que deben orar y ofrecer sacrificios son los padres de familia. Los hijos deberán ser formados en estas dos disciplinas fundamentales de la identidad cristiana para que el hogar se convierta en un auténtico Santuario familiar de la Llama de Amor.

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Un comentario

  • Bendito sea Dios uno y trino.
    Bendita sea nuestra madre María Santisima que nos obtuvo por los meritos de las preciosisimas llagas de su amadisimo hijo nuestro Señor Jesucristo,este instrumento
    para cegar al enemigo.

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