LAS MADRES DE FAMILIA Y LA LLAMA DE AMOR
La gracia y el Movimiento de la Llama de Amor es una iniciativa de la Virgen María. El Padre Eterno la da porque Ella la pide por los méritos de las llagas de su Hijo. Las palabras de Nuestra Señora son impresionantes y nos deben llevar a una profunda reflexión: “Hasta ahora no ha habido nada que tanto ciegue a Satanás”, “de ustedes depende que no la rechacen, porque eso traería consigo una gran ruina” (DE 1-8-1962). Debemos dar a estas palabras la importancia que se merecen. Estamos en los últimos tiempos: la batalla final entre la Virgen y el Dragón. En gran parte la victoria de la Virgen contra Satanás depende de nuestra colaboración. Antes que en ningún otro lugar esta batalla se da en el corazón de las familias. En cada casa la victoria depende de los padres y especialmente de las madres. Si cada niño es educado desde su más tierna infancia en el amor y temor a Dios, la batalla está ganada. Esto depende en su mayor parte de las madres y de las mujeres de cada familia.
El futuro de la Iglesia está en sus manos. Para dar esta gracia la Virgen no escoge a un varón sino escoge a una mujer y madre de familia muy probada. Es impresionante ver cómo en estos últimos tiempos el Señor se está sirviendo de mujeres para dar a la iglesia los mensajes más importantes y de mayor trascendencia para la iglesia: Hagamos una lista de algunas de ellas: Santa Margarita María Alacoque (Sagrado Corazón), Santa Catalina Labouré (Medalla milagrosa), Melania en La Salette, Santa Bernardita (Lourdes), Sor Lucía de Fátima, Sor Agnes Sasakawa, Akita (Japón), Pierina Gilli (Rosa Mística), Isabel Kindelmann (Llama de Amor), Sor Josefa Menéndez, Santa Faustina (Divina Misericordia), las niñas de Bauraing y Banneux (Bélgica), las jóvenes de Medjugorje, las jóvenes de Kibeho (Ruanda), etc. Habiéndose servido Satanás de una mujer para seducir a Adán e introducir la Muerte en el mundo, es de la Mujer y de las mujeres que se está sirviendo Dios en estos tiempos para derrotarlo.
La Virgen llama a las mujeres y especialísimamente a las madres de familia a formar un inmenso ejército y a movilizarse para derrotar a Satanás allí donde quiere reinar, en las familias. La mujer es la principal víctima del Demonio. A ella se ataca con mayor ferocidad porque destruyéndola se imagina que hiere y humilla de manera especial a María Santísima. Si se pervierte la mujer, pervierte al marido y a los hijos. Se destruye el plan de Dios sobre la familia. Actualmente es de las mujeres que se está sirviendo Satanás para destruir las familias. El feminismo ateo en realidad lo que hace es corromper el corazón y la conciencia moral de las mujeres, especialmente de las niñas y jóvenes. Vemos las hordas de muchachas enceguecidas y fanatizadas por el “derecho al aborto”, luchando por la promiscuidad sexual en sus más bajas expresiones, rechazando la maternidad, convirtiendo al hombre en un enemigo de la mujer, buscando obsesivamente un empoderamiento reivindicativo en todos los niveles y en todos los ámbitos, …etc. Están ciegas porque dejan de lado lo esencial para irse en pos de lo secundario.
La “corrupción de la conciencia moral de la mujer” es lo peor que le puede pasar a la humanidad. Después con el correr de los años vuelven con el alma destrozada, arrepentidas de haber asesinado a su hijos y con la conciencia cargada de terribles remordimientos que nunca las abandonan ni se curan. Descubren que las han engañado y se han servido de ellas. Es algo espantoso lo que el Demonio está haciendo a las mujeres de esta época, peor que cualquier opresión y esclavitud machista que la mujer haya soportado en tiempos pasados. El mensaje de la Llama de Amor eleva a la mujer a la más alta dignidad, la de colaboradoras de Jesucristo en la salvación de las almas: “Mi Reino va creciendo en la medida en que ustedes, madres, se ocupan de las almas creadas.
Ustedes tienen el trabajo más grande y que reclama mayor responsabilidad. Sean plenamente conscientes de que he puesto en las manos de ustedes el trabajo de conducir multitud de almas a la salvación” (DE 29-2-1964). Por este motivo es urgentemente necesario que las mujeres tomen conciencia del llamado que Dios les está haciendo a través de María Santísima para formar un Frente único mundial con el objetivo de hacer llegar a toda las mujeres y en especial a las madres de familia, la gracia de la Llama de Amor. No pueden seguir pasivas las mujeres católicas contemplando la destrucción de sus familias por la acción Satánica. La Virgen está dando la solución, hay que escucharla y poner en práctica sus peticiones.