LA ENTRONIZACIÓN DE LAS IMÁGENES DE LOS SAGRADOS CORAZONES

La palabra entronizar significa poner sobre el trono.  Es una ceremonia que tiene por objeto conferir el poder y la autoridad a quien es designado como rey en las monarquías. La devoción al Sagrado Corazón nos lleva a reconocer a Jesús como al verdadero Rey del hogar. Es el reconocimiento público que la familia hace del Señorío de Jesús. Consagración al Corazón de Jesús y entronización de su sagrada imagen están íntimamente relacionados. Consagramos la familia al Corazón de Jesús y colocamos su imagen en el mejor y más importante lugar de la casa de habitación.  

La piedad cristiana que nunca separa a Jesús de su Madre coloca al lado de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús la del Inmaculado Corazón de María.  Igualmente la Consagración al Corazón de Jesús va de ordinario acompañada de la Consagración al Inmaculado Corazón de María. Por la entronización reconocemos que nuestra casa de habitación, negocio, o cualquier otra propiedad,  no nos pertenece. Son Jesús y María los dueños.  

LA DEVOCIÓN A LOS PRIMEROS VIERNES Y PRIMEROS SÁBADOS DEL MES

Las familias devotas de la Llama de Amor celebran los primeros viernes y sábados de cada mes de una manera especial. Responden al llamado hecho por Jesús a Santa Margarita María Alacoque (1673)  y por María a Sor Lucía de Fátima (Pontevedra 1925) de que en estos dos días se honre de manera especial al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María.

 Son dos días de grandísima importancia por las gracias extraordinarias que se reciben en vistas a nuestra  salvación eterna. Son especialmente días de “reparación” de las ofensas cometidas contra los Sagrados Corazones. Todas las familias deberían responder con gran fervor a las condiciones que Jesús y María ponen para ganar las gracias prometidas.

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