ORACIÓN MENSUAL EN HONOR DE MARÍA ROSA MÍSTICA

Cada trece de Mes, en muchísimas Parroquias y familias del mundo se celebrará la jornada mensual de adoración y reparación en honor de María Rosa Mística. La finalidad de esta jornada mariana es orar por nuestros consagrados a Dios en la Vida Religiosa y en el Sacerdocio. Es una iniciativa que viene del Cielo. No es algo que la vidente Pierina Gilli haya inventado sino que fue una petición expresa de la Virgen María a esta joven enfermera novicia de las Siervas de la Caridad en Montichiari, Brescia, Italia en el año 1947. Ya muchos años antes de que se presentara la gran crisis postconciliar de las vocaciones consagradas en la Iglesia, María Santísima pidió intensa oración, sacrificio y penitencia por la santidad de los sacerdotes y consagrados en la Vida Religiosa. Nos unimos a millones de católicos que en los diversos países y diócesis intercederán ante el Santísimo Sacramento por la santidad de sus sacerdotes.

La vocación al servicio de Dios no nos vuelve santos ni nos quita los pesos que traemos de nuestra herencia psicobiológica y cultural. Y sobre todo: el sacerdote está en la mira del infierno como el objetivo principal de sus ataques. El demonio decía en un exorcismo «los sacerdotes son mi platillo favorito». A mi humilde manera de ver uno de las causas de las debilidades en el campo de la sexualidad de todo ser humano y en especial del sacerdote es haber olvidado que ese es el terreno en el que más ataca Satanás. Numerosas personas están atadas por la acción concreta de los demonios en su sexualidad. No basta la formación intelectual del sacerdote, ni una renovación en el campo teológico, ni una disciplina más fuerte en los seminarios, ni una aplicación más científica de los principios de la psicología para sanar el terreno de las obsesiones compulsivas de la sexualidad humana. Yo he conocido a amigos sacerdotes que de una u otra forma cayeron en la debilidad de la pederastia. Personas excelentes. Magníficos sacerdotes en su ministerio. Abnegados, entregados a su apostolado, sinceros en su vida espiritual, pero atados diabólicamente. Esto es un terrible misterio. 

Nos hemos olvidado del Demonio y de su manera de actuar. Las teorías psicológicas nos han vuelto «ingenuos» o peor aún «ciegos». Creemos que todo se resuelve con recetas dictadas por los expertos en desarrollo humano. San Pablo gemía quién sabe por qué razón por un ángel de Satanás que lo abofeteaba. Dios le respondió: te basta mi Gracia. Yo opino que la inmensa mayoría de las desviaciones sexuales están marcadas por la acción diabólica, en mayor o menor grado y que en el proceso de sanación el exorcismo y las oraciones de liberación tienen un importante papel, que desgraciadamente ha sido olvidado, o peor aún, desechado. No basta para solucionar el problema expulsar del ministerio al sacerdote afectado por tendencias sexuales desviadas.

Es importante ayudarlo fraternalmente, no aplastarlo con el rechazo, y darle en primer lugar los auxilios espirituales en toda su extensión, entre los cuales el recurso al exorcismo y oraciones de liberación deben ser considerados como recurso válido aunque no único. María Rosa Mística nos da el punto de referencia más válido y completo porque nos lleva directamente a la respuesta divina: TE BASTA MI GRACIA. La Gracia de Dios se obtiene por la ORACIÓN. Es en este campo donde todos los fieles católicos debemos incidir con gran confianza y esperanza: la acción diabólica sobre la Iglesia y sobre sus ministros se neutraliza con la ORACIÓN, EL SACRIFICIO Y LA PENITENCIA. El que primero debe orar, sacrificarse y hacer penitencia, es el seminarista que aspira al sacerdocio y el sacerdote en ejercicio. La oración obtiene la Gracia indispensable para vencer a Satanás en todos los campos. Promovamos la Devoción a María Rosa Mística, Madre de la Iglesia si queremos tener muchos y santos sacerdotes.

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