Las parroquias son el lugar de salvación de nuestras almas
La finalidad de la gracia de la Llama de Amor es salvar las almas, es decir acompañarlas hasta que entren en el Cielo, la visión beatifica. La Parroquia es el lugar de la salvación de las almas. Nuestro señor Jesucristo dice: (en el Diario Espiritual de la Llama de Amor) : “Ningún alma que Yo he confiado al cuidado de Mis Sacerdotes debería condenarse. Esta palabra condenación, causa terrible dolor a Mi Corazón. De nuevo sufriría la muerte de cruz por cada alma, aunque fuera sufriendo mil veces más, porque para los condenados ya no hay esperanza” (p 82). Estas palabras de Jesús nos impactan. ¡Tanto vale un alma! Por cada una el Señor está dispuesto a morir de nuevo. Y sufriendo mil veces más de lo que sufrió. El principal anhelo de los sacerdotes y también de todo cristiano debe ser la salvación de todos los hombres. La Parroquia en primer lugar son las personas. Los miembros, por su Fe católica vivida, hacen que la Iglesia universal esté presente en ese determinado territorio. En la comunidad parroquial los fieles deben encontrar en primer lugar la caridad cristiana, la auténtica Palabra de Dios, la Eucaristía, los sacramentos y todos los auxilios espirituales para su salvación y santificación.
En el Diario Espiritual de Isabel Kindelmann vamos descubriendo el sentido vital de la Parroquia para nuestra vida. Hoy, tristemente, muchísimos católicos viven cortados (sin conexión) de su congregación. Por incontables razones o pretextos. No saben ni siquiera a cuál de ellas pertenecen. No saben la importancia grandísima que ésta tiene para su salvación y santificación. Si nos damos la pena de leer el Diario de manera sistemática descubrimos cómo la Llama de Amor brota del corazón de la Iglesia y se va extendiendo como un reguero de luz hasta sus confines para iluminarla, vivificarla, liberarla, protegerla, y conducirla hacia lo esencial de la vida cristiana. En la Iglesia, Cuerpo de Cristo, las Parroquias desempeñan un papel muy importante. En sus instalaciones físicas (Templo parroquial, capillas, salones, obras,etc.) se reúnen los bautizados para celebrar el Misterio de la salvación. Los pastores (párrocos y vicarios) animan y forman la comunidad cristiana. Los católicos no son individuos desperdigados que viven su fe como islas encerrados en el “Cristo y Yo”. Vivimos nuestra fe en comunidad. Algunos dicen que la Parroquia está en crisis; más bien lo que está en crisis es la Fe.
Para renovar la Parroquia, antes que cualquier obra material, está levantar el nivel de vida espiritual. Por eso la Virgen pide que la Llama de Amor se expanda desde la Iglesia Parroquial hacia todas las familias para aportarles las gracias propias de su Mensaje, de la Devoción y del Instrumento.
La Virgen María y el Señor Jesús piden la vela nocturna parroquial no como una “devocioncita”, sino como algo trascendental. Están señalando lo más importante de la Iglesia: la salvación de las almas y especialmente de los moribundos. Están indicando que solamente la gracia de Dios puede salvarnos y que para obtenerla debemos hacer un “superavit” de oración. Orar intensamente y sacrificarnos con generosidad. María Santísima pide que todos en la comunidad parroquial se involucren en el combate espiritual contra Satanás para vencerlo. Sus enseñanzas nos llevan a comprender la urgencia de que nos convirtamos en miembros vivos y activos de nuestra propia parroquia. Esta llamada es para todos sin excepción porque para cada uno de los bautizados hay una función que desempeñar para el bien de las almas.
La acción fundamental y más urgente al alcance de todos es la de orar y sacrificarse; solamente que para hacer esto hay que estar convencidos del grandioso poder de la oración y del sacrificio. Nuestro Santísima Virgen dice:“Cuando alguien hace adoración reparadora a la Santísima Eucaristía mientras eso dure, en su parroquia Satanás pierde su dominio sobre las almas. Como ciego deja de reinar sobre las almas” (p 124).“Satanás quedará ciego en la medida en que ustedes trabajan en contra de él” (p 202). Cuán importante es la oración bajo cualquier forma. Ella quita el dominio de Satanás sobre las almas. “Yo el Rayo Hermoso de la Aurora, cegaré a Satanás. Voy a liberar este mundo oscurecido por el odio y contaminado por la lava sulfurosa y humeante de Satanás, a consecuencia, el aire que daba vida a las almas, se volvió ahogante y mortífero. Ningún moribundo debe condenarse” (p 178).
Hay una correlación entre la salvación de las almas y el nivel de oración y sacrificio de la Comunidad Parroquial. La Santísima Virgen habla: “¡Hijita mía! Quiero que ni una alma se condene. ¡Quiéranlo ustedes también junto conmigo! Para eso pongo en sus manos un Haz de luz que es la Llama de Amor de mi Corazón” (p 211). Nuestro Señor Jesucristo: “Debemos intensificar más allá de la medida ordinaria y acostumbrada la oración, el sacrificio por la paz del mundo y del celo por salvar las almas. Debemos llegar hasta el extremo. En todas las parroquias hay que organizar urgentemente las comunidades de oración reparadora. ¡Bendíganse unos a otros con la Señal de la Cruz!.(¡También a los extraños!)” (p 320). El Señor y la Virgen María piden que se establezca en cada parroquia la velada de oración nocturna reparadora por los moribundos
Porque se pasa la llama de amor, con una vela.
Rosa María con respecto a su pregunta. El 13 de Abril de 1962 Isabel oye por primera vez en su corazón la voz de la Virgen. Es el Viernes de Dolores. Siente en lo profundo de su alma la pena indecible y el sollozo de la Madre Dolorosa. María le dice: “Yo pongo un Haz de Luz en tus manos, es la Llama de Amor de Mi Corazón. ¡A la Llama de Amor de Mi Corazón añade tu amor y pásala a otros hijita mía!”. (DE48) “Toma hija mía, esta Llama de Amor de Mi Corazón ¡Enciende con ella el tuyo y pásala a otros” (DE48). Esta es la dinámica de la Virgen. Ella entrega, nosotros recibimos, encendemos con esa Llama nuestro corazón e inmediatamente lo pasamos a otros corazones.
Así se establece el “reguero de pólvora”. “Con esta Llama llena de gracias que de Mi Corazón les doy a ustedes, enciendan todos los corazones de todo el país pasándola de corazón a corazón. Este será el Milagro, que convirtiéndose en un incendio con su fulgor cegará a Satanás. Este es el fuego de Amor de unión que alcancé del Padre Celestial por los méritos de las Llagas de Mi Hijo Santísimo” (DE48). La estrategia de la Virgen para vencer a Satanás es muy simple: enciende tu corazón y enciende con esa Llama los corazones de los que te rodean. Pasa la Llama, no la guardes sólo para ti.
Para profundizar más sobre el tema puede leer este articulo https://llamadeamor-corpuschristi.org/2019/07/23/toma-hija-mia-esta-llama-de-amor-de-mi-corazon/