CARTA No.309: LA MEDALLA DE SAN BENITO
Hola, me llamo Benito. Soy cubano, Vivo en Miami. San Benito es por lo tanto mi patrono. Llevo con devoción su medalla. En mi parroquia mucha gente lleva la medalla de San Benito para verse protegida de la acción de los demonios. En mi país y en la diáspora cubana tenemos mucha influencia de la santería. Es horrible ver cuántos “católicos a su manera” van a la Iglesia y también van donde los santeros y también llevan la medalla de San Benito. ¿Qué opina Ud. de esto?
Respuesta: Lo que me dices evidencia la falta de coherencia en la vida de muchos católicos. Llevan la medalla de San Benito y al mismo tiempo van donde los santeros a buscar ayuda. Es el uso supersticioso de un sacramental. Convierten la medalla de San Benito en un “fetiche”, en un objeto que trae “la buena suerte”. Estas personas no comprenden para nada lo que significa llevar la medalla. Nuestro pecho es como el “escaparate” u “ostensorio” en el cual los católicos proclamamos al mundo el testimonio de nuestra fe. Evangelizamos: anunciamos la Buena Nueva. Ostentamos el crucifijo en el pecho para decir: “creo en Jesucristo mi redentor y salvador”, “creo que Jesús es mi Dios y mi Señor, creo que murió por mi en la cruz para salvarme”. Llevar una medalla reconocida por la Iglesia como “sacramental”, bendecida y exorcizada, significa que nos comprometemos ante Dios y ante la Iglesia a dar testimonio de vida cristiana. Es un signo de fe. Antes de usar o llevar un sacramental debemos conocerlo, estudiarlo, comprenderlo, para saber utilizarlo correctamente. Si no, corremos el riesgo de utilizarlo supersticiosamente. El colmo de la superstición lo encontramos en muchos narcotraficantes que llevan ostentosamente un gran crucifijo de puro oro en el pecho. Matan despiadadamente a su prójimo, roban, el dinero es su dios, se emborrachan, violan, corrompen a las personas y el colmo: ¡Llevan a Cristo sobre el pecho! En vez de un Cristo deberían llevar la imagen de Satanás porque llevan dentro de su corazón al demonio.
La medalla de San Benito es en sí misma una gran catequesis. En primer lugar tenemos la figura del santo que tiene en su mano derecha la cruz y en la izquierda el libro de su regla monástica. Es la proclamación del Evangelio. Nos ponemos bajo el patronazgo y la guía espiritual de San Benito al llevar la medalla. La leyenda en torno a la figura del santo dice: “A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia”. Le pedimos al santo su poderosa intercesión en nuestra lucha contra el demonio en el momento de nuestra muerte. Al reverso de la medalla tenemos la “cruz de San Benito”. Las letras que lleva son las iniciales de las palabras del exorcismo. Están en latín. CSPB: Cruz del Santo Padre Benito. CSSML: La Santa Cruz Sea mi Luz. NDSMD: Que el Dragón (el demonio) no sea mi guía. En el círculo tenemos: VRS, (Vade retro Satana): ¡retrocede Satanás!; NSMV (Non suade mihi vana) nunca me persuadas con tus mentiras; SMQL (Sun mala quae libas) Lo que me inspiras son cosas malas; IVP (Ipse, venena bivas) Bebe tú mismo tu veneno. Sobre la cruz está la palabra PAX que significa PAZ. Para tener la paz del corazón es necesario rechazar las tentaciones del enemigo.
Es importante aprender de memoria en latín las frases del exorcismo para recitarlas en el momento de la tentación: VRS.NSMV.SMQL.IVB). Al meditar el significado de la medalla vamos profundizando su sentido y asimilando su contenido. También es importante meditar y comprender el sentido de la oración que pronuncia el sacerdote al bendecir la medalla. La exorciza para erradicar de ella cualquier traza de presencia diabólica. Pide que quien la lleve sea protegido de los ataques del maligno, bendecido con la salud del alma (la gracia santificante) y del cuerpo y que obtengan las indulgencias concedidas ( entre ellas la indulgencia plenaria en el momento de la muerte). También algo importante: en la bendición se hace notar que quien lleva la medalla debe hacer buenas obras, es decir, llevar una vida de santidad cumpliendo los mandamientos. Así se manifiesta que no es por el hecho en sí de tener la medalla que el demonio huirá sino por llevar una vida de seguimiento de Jesucristo. La oración de San Benito en español se puede rezar así: El sol de la Santa Cruz, sea mi faro y mi luz, y el demonio tentador, no sea mi director. ¡Retírate Satanás! Ni pompas ni vanidades, no me aconsejes mal jamás, porque sólo son maldades y venenos los que das. Bébelos tú mismo, si te place. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.(Hacer el signo de la cruz en la frente con agua bendita).