CARTA No.292: ¿BASTA REZAR EL ROSARIO PARA VIVIR LA GRACIA DE LA LLAMA DE AMOR?
La Sra. Juana, de San Pedro Sula, Honduras, dice: Sigo sus enseñanzas sobre la Llama de Amor. Explíqueme por qué Ud. dice que no basta con rezar el Rosario de la Llama de Amor para vivirla?
Respuesta: La Llama de Amor es un conjunto de gracias extraordinarias que Dios da a la Iglesia para renovarla desde las más profundas raíces. Si nos contentamos con “rezar el Rosario” y no penetramos hasta lo profundo de lo que significa “rezar el Rosario” nos podemos quedar en la superficie de la gracia de la Llama de Amor. Es muy hermoso reunirse en familia o meditar en soledad los misterios de la vida de Cristo que el Rosario nos presenta. Sin embargo esto no basta para vivir la gracia de la Llama de Amor. Es sólo el comienzo. La finalidad de esta gracia “nueva”, extraordinaria, “milagrosa” es llevar a la humanidad entera a la Vida Eterna. Es la finalidad del Evangelio. Por eso tiene dos aspectos fundamentales: el combate espiritual contra Satanás y el acercamiento a Jesucristo, el Salvador. Son los dos polos: las tinieblas contra la Luz, la Luz contra las tinieblas. El Rosario es el instrumento privilegiado de las familias católicas para que los hogares se acerquen a Jesucristo, que lo conozcan. La Vida Eterna consiste en conocerte a Ti ¡oh Padre! Y a tu enviado Jesucristo, nos dice Jesús.
Los hermanos ortodoxos no rezan el Rosario y sin embargo conocen a Cristo porque han recibido otros instrumentos, entre ellos la recitacion del Acatistos (himno en honor de la Virgen María); los hermanos Evangélicos o protestantes no rezan el Rosario, pero su amor a la Palabra de Dios los lleva al conocimiento íntimo de Cristo. La gracia de la Llama de Amor es dada a la Iglesia católica para que las familias se conviertan en sal de la tierra y luz del mundo. La Iglesia católica ha conservado en depósito la plenitud de las gracias. Ella debe entregar esa plenitud al mundo. A través de ella Dios quiere iluminar a los demás cristianos y en especial llegar a todos los seres humanos. Esto no lo podemos hacer si no hay una conversión verdadera de las familias católicas. La realidad es que la mayoría de las familias que se dicen católicas están muy frías y no son luz y sal de la tierra. La Virgen insiste en que se rece el Rosario en familia. El rezo del Rosario es la puerta para conocer íntimamente a Jesucristo. ¿Cómo rezar el Rosario? ¿Repitiendo las Ave Marías? Esto no basta. El Rosario no es todo. Es sólo el inicio. El efecto de gracia se centra en la conversión del corazón. Si rezas y no te conviertes no estás haciendo gran cosa. El cegamiento del Demonio no basta.
Es sólo el comienzo de la Llama de Amor. Más allá está “el conocimiento de la Palabra de Dios” y la lucha contra el pecado. Si no conozco la Palabra me quedo a medio camino. Si no vivo los sacramentos junto con el Rosario y el conocimiento de la Palabra de Dios, no avanzo en el camino de la santidad cristiana. Es necesario estudiar las epístolas a los Gálatas, Efesios, Romanos, Colosenses, Corintios, etc. para darnos cuenta de que lo fundamental es por un lado la lucha permanente contra el mundo, el demonio, la carne y por otro lado “vivir los frutos del Espíritu Santo” que nos conforman a Jesucristo. El poder extraordinario de la Llama de Amor nos libera de las cadenas que los espíritus malignos tratan de echarnos para arrastrarnos al pecado, que es en suma el rechazo a Cristo, el Salvador. Sin conocer, amar y servir a Cristo no hay posibilidad de salvación. Este es el primer paso. El segundo es nuestra configuración a Cristo por la obra del Espíritu Santo.
Rezar el Rosario y no enfrentar a Satanás para expulsarlo de nuestras vidas y de la familia es engañarnos. Es indispensable para salvarnos producir las obras del Espiritu Santo y vivirlas individualmente y en familia. Estudiemos Gálatas 5 y veremos cómo la santidad que nos permite entrar en la Vida Eterna viene de la imitación de Cristo: El Espíritu Santo produce en nosotros sus frutos: caridad, gozo, paz, paciencia, loganimidad, bondad, mansedumbre, fe, fidelidad, modestia continencia, castidad. Esta es la finalidad de la Llama de Amor. La santidad de vida; es el “efecto de gracia de la Llama de Amor”. La muerte y resurrección de Cristo se derrama sobre toda la humanidad para salvarla. El Rosario es el gran instrumento de María Santísima para introducirnos desde los primeros pasos hasta la entrada a la Vida Eterna. Si lo rezamos como se debe, dará sus infinitos frutos. ¿podemos entrar en el Cielo sin rezar el Rosario? Sí. Sin embargo para los católicos es uno de los instrumentos más sencillos y prácticos de santificación, si se reza como se debe.