CARTA No.291: LA REPARACIÓN DE LOS PECADOS
FRANCISCO de Costa Rica, dice: En mI país la Devoción de la Llama de Amor lleva muchos años. Yo la sigo desde hace tiempo. A mí lo que me da miedo es que en el Diario se habla mucho de reparación, de sacrificio, de renuncia. ¿Por qué se insiste tanto en el dolor en esta devoción? La vida de Isabel Kindelmann es puro sufrimiento. A mí me da miedo.
RESPUESTA: Debemos tener en cuenta al leer el Diario que Isabel Kindelmann se concentra en compartir solamente aquellos momentos que hacen referencia al mensaje que debe transmitir. Ella es muy discreta respecto a su vida personal y familiar. Casi no habla de sí misma. Quienes hablan en el Diario son Jesús y María. Al leer los escritos de Isabel debemos tener en cuenta que el trasfondo del Diario es el Evangelio. Debemos ir a la vida de Jesús , a sus palabras y a los demás escritos del Antiguo y del Nuevo Testamento para completar y comprender mejor la Llama de Amor. La vida de Isabel fue la de una persona normal. Con alegrías y sufrimientos como todo mundo. Fue creciendo en su fe católica guiada por las enseñanzas de Nuestro Señor y de su Madre Santísima. Además, el Diario solamente nos aporta los mensajes que van del año 1961 a 1966. ¿Cómo fue la vida interior de Isabel después del último mensaje del siete de noviembre de 1966? No lo sabemos. El Diario no dice nada.
Isabel muere en 1985. De 1966 a 1985, en diecinueve años, solamente hay nueve mensajes. Hubiéramos querido que el Diario continuase. Según los planes del Señor los escritos de Isabel son suficientes para comprender la gracia de la Llama de Amor. Debemos fijarnos en Jesús y no en Isabel. La Llama de Amor es su Hijo Jesús, dice la Virgen María. ¿Por qué Jesús y María insisten tanto en la reparación de los pecados? Vayamos a la Historia de Israel, leamos a los profetas, la pasión de Cristo, a San Pablo, el Apocalipsis y nos daremos cuenta de que nuestros pecados nos separan de Dios, lo ofenden gravísimamente, merecen la condenación eterna, merecen castigos temporales y exigen reparación. Los profetas tienen pasajes tremendos contra los pecados de Jerusalén, amonestaciones ásperas, recriminaciones terribles, profecías de castigo que nos hacen temblar. Israel fue castigado con el exilio a Babilonia, despojado se sus riquezas, humillado, vio su templo destruido como consecuencia de sus pecados. El mundo moderno, ateo, racionalista, subjetivista, autono, materialista ha perdido el sentido del pecado.
Muchos, afectados por estas herejías, han perdido prácticamente la Fe. No tienen conciencia de pecado; su vida moral es un verdadero marasmo. En el interior de no pocos hogares que se consideran católicos se toleran prácticas realmente pecaminosas y no se dan cuenta de la gravedad del asunto: anticoncepción, amor libre, adulterio, supresión de la vida del no nacido, fecundación in vitro, vicios degradantes, etc. etc. El camino que el Diario Espiritual nos presenta es un itinerario de verdadera “conversión” de la mente, de la conciencia, del corazón, de la vida entera. No es doctrina de Isabel Kindelmann, son las palabras de Jesucristo. Si no hemos asimilado la Palabra de Dios ni conocemos a fondo la doctrina del Catecismo Católico, lógicamente nos sentiremos desconcertados ante las exigencias de Jesús a Isabel: ayunos frecuentes y rigurosos, renuncias a placeres lícitos, oraciones prolongadas, recogimiento, sacrificios, combate espiritual frontal contra Satanás, participación en los dolores de Jesús y de María, etc.
Estamos en cierto modo en el mismo ambiente pagano en el que vivieron os primeros cristianos en el Imperio Romano. El objetivo de la gracia de la Llama de Amor es restaurar el sentido de la familia cristiana. Por eso se trata de una gracia de combate espiritual contra el reino de las tinieblas. El Diario lo advierte: En estos últimos tiempos, como nunca antes en la historia, Satanás está lanzando contra la humanidad un ataque descomunal, sin precedentes. El objetivo del Demonio es arrastrar al mayor número de almas a la condenación eterna. La Iglesia, los cristianos, debemos vivir como testigos de Cristo crucificado para poder resucitar con Cristo. La salvación del mundo depende en buena parte de nosotros: La Virgen pide que llevemos a todas las familias el mensaje de su Llama de Amor. Que todas las familias católicas se conviertan en Santuarios done reine su Hijo Jesucristo. Ella, con su poderosa intercesión, sirviéndose de nosotros hará derramará el efecto de gracia de su Llama de Amor sobre toda la humanidad.