CARTA No.107 ¿Por qué insiste tanto en la oración en familia el Diario Espiritual?

¿Por qué insiste tanto en la oración en familia el Diario Espiritual? Es difícil orar en familia. En mi casa es un verdadero problema. Pocas veces lo hacemos, dice Yolanda de México.


Respuesta: Tiene razón, es difícil para algunas o muchas familias ponerse de acuerdo y ser fieles para orar cada día juntos. Sin embargo ese es el primer y principal mensaje de la Llama de Amor para lograr el cegamiento de Satanás. Debemos tener muy en cuenta de que es en el Evangelio donde encontramos la exigencia de la oración diaria y permanente, sobre todo “para no caer en la tentación”. La realidad triste es que en muchas familias la oración no es una prioridad. Sin duda alguna hay muchas personas que oran a nivel individual, pero en cuanto a nivel familiar desgraciadamente son pocas las que logran hacerlo. La Virgen insiste constantemente en que las familias católicas deben transformarse en verdaderos “santuarios”. Que es en su interior donde los miembros se forman para la vida y sus difíciles luchas (DE 17-1- 1964). “Ella – dice Jesús – quiere que cada familia sea un santuario, un lugar maravilloso donde en unión con ustedes obre sus milagros en el fondo de los corazones”. “…por medio de sus oraciones acompañadas de sacrificios, cegará a Satanás que quiere reinar en las familias”. María hace pública la angustia que brota del amor sin límites de su corazón maternal por el peligro que amenaza al mundo entero “por la desintegración de los santuarios familiares”.

La Virgen quiere salvar al mundo “en unión con nosotros”. Ella habla del “inmenso esfuerzo” que comienza a desplegar para cegar a Satanás. La eterna condenación de las almas es la gran preocupación de su Corazón. Nuestra Señora pide que nos unamos todos en la oración y el sacrificio porque para vencer a Satanás es necesario que el mundo entero se una en este
propósito: “Tienen que empeñarse en cegar a Satanás. Las fuerzas aunadas del mundo entero se necesitan para lograrlo”…”Satanás quedará ciego en la medida en que ustedes trabajan en contra de él”. “¡Pongan ya en marcha la efusión de gracias de mi Llama de amor!” (DE 28-11- 1963). La enseñanza es muy clara: es per medio de la oración diaria en intensa de cada familia que la acción diabólica será detenida en el interior del hogar y en el mundo entero. Lo que protege a la familia, lo que la defiende, lo que impide al Demonio destruir a sus miembros y destruirla por entero, es la oración intensa y diaria, especialmente la recitación de Santo Rosario en familia. Aquella familia que ora intensamente es preservada de la acción de Satanás, protegida de sus asechanzas y de sus golpes, y es bendecida por Dios.


Es necesario tener una fe viva para poner en práctica las enseñanzas de la Virgen. Si no se cree en el poder de la oración no se orará, ni individualmente ni en familia. No comprendemos la “lucha de Dios “ contra nosotros mismos para salvarnos. Dios está empeñado en no dejar que nos condenemos y nosotros persistimos por nuestra ceguera y orgullo en no poner en práctica los medios para lograr la salvación. Estamos ciegos porque aunque vemos los desastres que nos pasan y suceden a nuestro alrededor y en el mundo entero, no los comprendemos. Vemos pero no leemos ni entendemos. Somos como retardados mentales para todo lo que se refiere al mundo espiritual. Es infinito el número de ataques diabólicos que se dan en el mundo contra las familias. A todos los niveles. Si no se ora estos ataques terminan por destruir a las personas, a las familias, a la sociedad entera, al mundo físico. Las familias católicas deben ser para el mundo entero como los “justos” que Abraham buscó en Sodoma para evitar su castigo (Gn 18,26). Jesús le dice a Isabel: “Sabes que si encuentro un solo justo, perdono a muchos. ¡Hagan pues penitencia para que mi esperanza puesta en ustedes produzca para ustedes el fruto de la salvación” (DE 15-12-1963).

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