CARTA No.97: Continúo respondiendo a Cecilia de Bogotá
Respuesta. La virtud teologal de la caridad y la Llama de Amor del Inmaculado Corazón. Las tres virtudes teologales son el alma de la Devoción a la Llama de Amor. Sin embargo la caridad es la más importante. Jesús nos enseña: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.» Le dijo entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás.» (Lc 10:27–28). Podríamos decir que este precepto de Jesús es el resumen de la Devoción, del mensaje y del instrumento de la Llama de Amor. El Amor, la caridad, es el motor; es el EFECTO DE GRACIA. Cuando le pedimos a la Virgen: “Derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad” estamos pidiendo que el Amor de Dios al hombre y del hombre a Dios llegue a cada uno de los seres humanos que han existido, existen y existirán. Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Único para que todo el que crea en Él no perezca sino que tenga la Vida Eterna nos dice San Juan (Jn 3,16). Dios es amor; el Demonio es odio a Dios y a su imagen, el hombre. El Diario Espiritual es todo él una denuncia contra Satanás. Lo desenmascara, lo pone en evidencia, lo acusa de ser el causante de toda la desgracia del hombre y de la humanidad de todos los tiempos, especialmente del actual.
El Demonio es todo lo opuesto al Amor. Uno de los objetivos de Nuestra Señora es que abramos los ojos para que comprendamos lo que sucede a nuestro alrededor, en el interior de las familias y en nuestro propio interior. La llama del Demonio es fuego de odio; la Llama de María es fuego de Amor. La llama de Satanás está llevando a toda la humanidad a su destrucción temporal y eterna. La Llama de María, que brota de su Amor, apagará el fuego del infierno; con una claridad inimaginable y con un calor saludable, inundará la redondez de la tierra (De 6-12-1964). La fuerza del sacrificio y de la oración, quebranta la llamarada del odio infernal. Los malignos se reducirán cada vez más, su llama que arde de odio se apagará y el resplandor de la Llama de Amor de María llenará todas las regiones de la tierra (DE 6-12-1964). Es necesario estudiar asiduamente el texto de San Pablo en la primera carta a los corintios capítulo 13,1-8. Es el llamado himno a la caridad. Esta virtud teologal consiste en “amar a Dios”. Es el primer mandamiento de la Ley de Dios. Para Jesús ese primer mandamiento es semejante al segundo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El mensaje del Diario Espiritual lleva a las familias a amar a Dios sobre todas las cosas y a amar al prójimo. La identidad de las familias católicas consiste en que son llamadas a ser testigos luminosos del amor a Dios y al prójimo.
El reguero de luz que como pólvora ha de extenderse sobre este mundo que está en tinieblas parte del amor ardiente a Dios. La obra satánica se mueve por el “odio” como motor de la historia. Las familias deben renovarse desde el interior por medio del amor a Dios para difundirlo y contrarrestar el avance del ateísmo militante. Hay muchísimos padres y madres de familia deseosos de servir al Señor. La Virgen les dice: “¡No se queden pasivos frente a mi causa santa! A través de los pocos, de los pequeños y los humildes debe comenzar esta efusión grande de gracias que conmoverá al mundo. Ninguno de los llamados debe excusarse ni rehusar mi invitación. Todos ustedes son mis pequeños instrumentos” (DE 2-12-1963). El gran testimonio que arrastra a los espectadores es el del amor en el interior del hogar. Las familias se destruyen porque se muere el verdadero amor en su interior. El primer resultado del “efecto de gracia” en los matrimonios es resucitar el amor muerto. Es el Demonio quien mata al amor en el interior de las familias. La Devoción a la Llama de Amor ha de llevar a las familias que la viven a transformarse en portadoras de luz para tantos otros hogares que yacen en las tinieblas del odio satánico.