CARTA No.55: ¿Por qué dicen que el Rosario es poderoso?
Rosibel Guadalupe es una niña de doce años, me dice: Yo quiero mucho a la Virgen María, pero me aburre rezar el Rosario, me parece monótono, repetitivo, cansado estar repitiendo siempre lo mismo. ¿Por qué dicen que el Rosario es poderoso?
Respuesta: Rosibel Guadalupe, no dejas de tener razón, hasta cierto punto. Cuando tienes ganas de ir a jugar con tus amiguitas y tu mamá te pide que tomes la escoba y barras toda la casa porque está sucia, seguramente que te cuesta hacerlo, pero como amas a tu mamá lo haces con gusto. Es monótono, repetitivo y cansado dar golpes de escoba por toda tu casa, pero a cada golpe de escoba la basura va saliendo y tu casa queda hermosa, limpia, resplandeciente. Entonces ves el fruto de tu trabajo y te sientes contenta. A veces te sientes feliz barriendo, y lo haces cantando; a veces estás molesta y lo haces llorando. Cuando seas mamá y tengas tu casa sucia apreciarás muchísimo que tus hijos se adelanten y te digan, mamá te ayudo, déjame barrer, no te fatigues yo lo hago por ti. La Virgen es nuestra mamá y nos repite constantemente: ayúdenme a salvar las almas de mis hijos. “Tomen el Rosario, por medio de esta oración salvarán muchas almas, obtendrán todas las gracias que necesitan”. Si te gusta leer visita en Internet las páginas que hablan de las apariciones de Nuestra Señora. Verás que en casi todas siempre nos pide lo mismo: Recen el Rosario.
Los niños de Fátima son nuestro ejemplo. Cuántos sacrificios hicieron Jacinta, Francisco y Lucía por la salvación de los alejados de Dios. Y siempre era el rezo del Rosario lo más importante para ellos porque la Virgen se lo había enseñado así. ¿Por qué razón el Rosario tiene tanto poder y es tan importante para la Virgen? En el Diario Espiritual de la Llama de Amor, María nos dice que “por los méritos de las llagas de su Hijo Santísimo Ella obtuvo del Padre Eterno (de la Santísima Trinidad) la gracia de la Llama de Amor. Nos dice que lo que ciega a Satanás es mirar los ojos de Jesús. Que el Demonio queda derrotado cuando contemplamos la pasión de Nuestro Señor Jesucristo. La Virgen María es nuestra mamá que sufre inmensamente cuando ve que una inmensa multitud de sus hijos está en peligro de condenación eterna, es decir de caer en el infierno por toda la eternidad. Es algo espantoso que hace sufrir inmensamente el Corazón de nuestra Madre. ¿Por qué nos pide el Rosario y en familia? Porque rezar el Rosario no es repetir monótonamente Ave Marías sino mirar a Jesús desde que es anunciado por el Ángel hasta que sube al Cielo.
Cuando Jesús te mira a los ojos entonces el Demonio queda ciego. Rezar el Rosario es ir contemplando paso a paso la vida de Jesús. Te cuento algo que me llamó la atención: Tengo unos amigos jóvenes que son novios. La muchacha le decía a su enamorado: “¡Mírame a los ojos y dime que me amas! Repíteme mil veces ¡te amo!, ¡te amo! ¡te amo! Quiero que me digas ¡te amo, te amo, te amo! No te canses de decirme te amo”. ¿No te parece muy bello? La muchacha no se aburre de que el novio le diga miles de veces ¡te amo! Tiene razón, cada ¡te amo! es diferente aunque sea la misma palabra. No es repetitivo ni monótono ni cansado decirle a quien amas ¡te amo!, aunque se lo digas millones de veces, cada ¡te amo! es único porque es un acto de amor. El Rosario es así. Cada Ave María es única, es un ¡te amo! que le decimos a nuestra Madre. Ella nunca se cansa de oírnos y de besarnos en cada Ave María. ¿Por qué tiene poder el Rosario para cegar a Satanás? Porque en cada Ave María invocamos a la Virgen que aplasta la cabeza de la serpiente.
Somos como niños que gritamos ¡mamá, mamá! ¡Ven, aquí está una víbora que me quiere picar! Y la mamá llega y mata a la serpiente. Satanás huye lleno de miedo cada vez que invocamos a nuestra Madre celestial. Te recomiendo que vayas aprendiendo poquito a poquito a rezar el Rosario. Tienes razón, a veces es cansado, pero cuando vayas sintiendo el amor que la Virgen te irá dando en cada Ave María, ya nunca dejarás de rezarlo. El Rosario es maravilloso, es el encuentro diario con María y con Jesús. Será tu consuelo, tu fuerza, tu alegría, tu alimento espiritual. Te digo un secreto: el Rosario sana las enfermedades del cuerpo y del alma. Es un instrumento de liberación contra las tentaciones y contra las afectaciones diabólicas. Cuando una familia se reúne todos los días para rezar juntos el Rosario con verdadera piedad y amor, los espíritus malignos no pueden destruirla. La familia resiste todos los ataques del Maligno. Rosibel Guadalupe, ¡ánimo! El Enemigo no quiere que reces el Rosario, por eso te ataca con esas ideas y esos sentimientos. Haz un pequeño esfuerzo y ofrécele cada día a tu Madre esa ayuda que tanto nos pide para obtener la salvación de toda la humanidad.