CARTA No.30: (continuación de la anterior respuesta)

El segundo aporte muy importante de la Llama de Amor es la recuperación de la fe en la existencia del Demonio y de su función en el Plan de Dios. El racionalismo y el ateísmo terminaron con la fe en la existencia de Satanás en el ámbito secularizado. Fue relegado a la categoría de mito o de leyenda folklórica. La Virgen respondió a este error en sus diversos mensajes a la Iglesia y al mundo. Desde sus apariciones de la “medalla milagrosa” Nuestra Señora ha venido hablando del Demonio. Sin embargo en el ámbito eclesial la realidad demoníaca fue reducida a su mínima expresión. Los errores de la edad media, de la inquisición, de los tiempos modernos llevaron la duda al interior de la Iglesia acerca de la manera de enfrentar la acción diabólica. Los exorcistas desaparecieron de muchas Diócesis. Se perdió la “escuela del exorcismo” en la Iglesia. Los avances en el campo de la psiquiatría y de la psicología parecieron explicar todos los fenómenos que se atribuían a la acción de los “demonios”.

Actualmente el Demonio vuelve a ser de actualidad en algunos sectores de la Iglesia católica debido en gran parte a la influencia del P. Amorth. Lentamente se va tomando conciencia de la gran importancia del ministerio del exorcista para dar respuesta a muchísimas personas que sufren los ataques diabólicos. Se está recuperando la forma de enfrentar al Demonio. Sin embargo la mentalidad de los exorcistas actuales es que su ministerio se reduce a atender a los afectados por la “verdadera posesión” diabólica; por lo tanto no se preocupan de la infinidad de fieles heridos y vejados por la acción demoníaca de menor intensidad. El movimiento carismático ha influido muchísimo a nivel popular en la recuperación de la conciencia de la presencia y acción de los espíritus malignos. Aquí pasa algo que es necesario tomar en cuenta: El origen del movimiento carismático católico tiene sus raíces en el movimiento pentecostal de origen protestante.

En el ámbito católico la literatura sobre el Demonio y su acción es escasa mientras que en el campo protestante es abundantísima. Los fieles católicos carismáticos han sido influidos en su práctica de combate espiritual por la visión protestante de la teología pentecostal. Se agrega a esta manera de ver la demonología la carencia de acompañamiento de los sacerdotes católicos que en su gran mayoría han recibido poca formación y tienen poca experiencia en este campo. Más aún muchísimos obispos y sacerdotes son refractarios al campo demoniaco. Los fieles católicos que tienen conciencia de la acción diabólica enfrentan al demonio con una visión protestantizada, sin la ayuda de los pastores católicos. El combate espiritual del ambiente protestante no está enriquecido por los tesoros del organismo sacramental y por los elementos que aporta la tradición eclesial católica.

Hay que reconocer que la manera de ver pentecostal y en general protestante del combate espiritual contra el Demonio es muy valiosa y que ha ayudado a tomar conciencia a muchos católicos de la acción diabólica en sus vidas. Sin embargo, a pesar de estos aportes, la visión protestante del combate espiritual tiene grandes lagunas. La Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María viene a dar a la Iglesia el enfoque correcto del combate contra Satanás. La Iglesia católica necesita redescubrir de la mano de María Santísima cómo luchar victoriosamente contra el príncipe de este mundo que está decidido a destruirla destruyendo sus raíces: la familia. Satanás no es un enemigo de Dios y del hombre autónomo y libre en su manera de actuar. El Demonio y los suyos son, a su pesar, instrumentos de Dios al servicio de su Plan de salvación para toda la humanidad. El mensaje de la Llama de Amor viene a renovar en la Iglesia el combate espiritual contra Satanás y los suyos.

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