CARTA No.7: ¿Basta el rezo del Rosario para renovar la Iglesia?

Queridos hermanos, María Guadalupe, de México pregunta ¿si basta con rezar el Rosario todos los días en familia para renovar la Iglesia?

Respuesta: En el Diario Espiritual, el 15-8-1980 Jesús dice a Isabel: “La Iglesia y el mundo estero están en grave peligro
y ustedes con sus propias fuerzas ya no pueden cambiar tal situación. Solo la Santísima Trinidad puede ayudarles a ustedes a la intercesión concertada de la Santísima Virgen y de las almas liberadas con la ayuda de ustedes”. El 26-7-1971 María dice a Isabel: “Yo asisto acongojada al lecho de muerte del mundo. No tienen derecho a callar ni por cobardía, o soberbia o negligencia, ni por miedo al sacrificio”. Jesús, en la misma fecha dice a Isabel: “Deben luchar…Satanás con sus maquinaciones solapadas y mentirosas trata de producir fango moral para arruinar el bien. … Confíen en mi Madre, ¡Ella va a barrer toda duda y temor con su ilimitado amor maternal!”.

El mensaje del Diario Espiritual es claro: la situación actual de la humanidad es tan grave a causa de la acción diabólica sobre las almas, que le es imposible salvarse sin una intervención extraordinaria de Dios. Esta intervención extraordinaria se obtiene por la intercesión de la Santísima Virgen, a la que se agrega la de los Santos y la de todos los fieles cristianos. La gracia de la Llama de Amor es la respuesta de la Santísima Trinidad a las súplicas de María Santísima. La humanidad no puede salvarse del ataque diabólico por sus propias fuerzas. Para que el Demonio quede vencido es necesaria una oración tan poderosa que sobrepase su malicia. Para lograr este cegamiento de las fuerzas satánicas la Virgen transforma el Rosario en una oración especialmente orientada al combate espiritual contra los espíritus malignos. Es urgentísimo cegar a Satanás para que la humanidad se salve.

Este cegamiento solamente se obtendrá por medio de la unidad concertada de todos los cristianos: “Tienen que empeñarse en cegar a Satanás. Las fuerzas aunadas del mundo entero se necesitan para lograrlo. ¡Quiero que ni una sola alma se condene! Porque Satanás quedará ciego en la medida en que ustedes trabajan en contra de él”. “¡Pongan ya en marcha la efusión de gracias de mi Llama de Amor! Del trabajo mancomunado ni una sola alma debe faltar. …Satanás humillado y reducido a la impotencia ya no podrá ejercer más su poderío” (27-11-1963). La Virgen insiste: “¡No se queden pasivos frente a mi causa santa! A través de los pocos, los pequeños y los humildes debe comenzar esta efusión grande de gracias que conmoverá al mundo: Ninguno de los llamados debe excusarse ni rehusar mi invitación. Todos ustedes son mis pequeños instrumentos” (2-12-1963).

Nos queda claro que en el Plan de María para vencer a Satanás el Rosario es el arma principal para cegar al maligno en el interior de cada familia y de la Iglesia entera. Arma principal en la práctica ya que una ínfima minoría de bautizados utiliza los Sacramentos y la Palabra de Dios de manera habitual. El Rosario es el arma asequible a todos los cristianos. Tanto los que llevan una intensa vida de Fe como la de aquellos que raramente se acercan a la vida litúrgica parroquial. María pone en nuestras manos su Llama de Amor por medio de la contemplación amorosa de la vida de su Hijo en los misterios del Santo Rosario. El Rosario es el punto de partida para llegar a una vida plenamente católica, y por lo tanto para la renovación de la Iglesia.