CARTA No.9: ¿Qué significa cegar a Satanás?
Queridos hermanos: Cecilia de Costa Rica pregunta: ¿Qué significa cegar a Satanás?
Respuesta: La expresión favorita de María Santísima en el Diario Espiritual para referirse a su victoria sobre el Demonio es “cegarlo”. Con esta Llama de Amor debemos encender todos los corazones en todo el mundo pasándola de corazón a corazón. “Este será el milagro, que convirtiéndose en un incendio con su fulgor “cegará” a Satanás” (13-4-1962). En el Evangelio de San Juan, en el primer capítulo, se nos presenta la victoria de la Luz sobre las Tinieblas. Jesús es la Luz del mundo, Satanás representa las tinieblas. Judas es el prototipo de aquellas personas que se dejan invadir por las tinieblas: En cuanto Judas tomó el bocado, entró en él Satanás, era de noche Juan 13,27. Como sinónimos de cegar la Virgen emplea “aplastar”, volver impotente, apagar el incendio de Satanás, no permitir que el Demonio haga daño, debilitar a Satanás, hacer explotar el odio satánico, despojar a Satanás de su poder, impedir el ataque de Satanás, etc.
Siendo Jesús la Llama de Amor es comprensible que la Virgen cuando se refiere al efecto de gracia prefiera el término cegar. El alma es iluminada por Jesús cuando abre su corazón a la gracia de la Llama de Amor. Es la mirada penetrante de los ojos de Jesús la que como un relámpago ilumina el alma de Isabel. Ella ve en un instante todos sus pecados ocultos. Las lágrimas de arrepentimiento brotan de sus ojos. La claridad insoportable de los ojos de Jesús ciega al Demonio. Satanás grita de miedo y pide socorro cuando se da cuenta de que la gracia de la Llama de Amor está con Isabel. Las figuras demoníacas que la atacan se quejan, titubean, se espantan. Satanás con un alarido espantoso pide ayuda, no sabe qué hacer, su resistencia se tambalea, “todas sus artimañas fallan y todas sus tentativas están en vano”.
Cuando estudiamos el Diario Espiritual nos damos cuenta hasta qué punto necesitamos del auxilio del Señor para vencer a ese enemigo tan terrible y cruel como es el Demonio. La gracia de la Llama de Amor es indispensable para que podamos salir victoriosos de las tentaciones de Satanás. Nosotros débiles humanos no podemos por nuestras propias fuerzas alcanzar la victoria contra los enemigos de nuestra salvación. La Virgen le dice a Isabel que Ella ayudará a las almas a alcanzar la victoria sobre las tentaciones de Satanás con su Llama de Amor. “Por medio de la Llama de Amor de la Santísima Virgen, la fe echará raíces en las almas y se renovará la faz de la Tierra, porque …”algo semejante no sucedió todavía desde que el Verbo se encarnó”.
La renovación de la Tierra, inundada de sufrimientos, se realizará por el poder de intercesión de la Santísima Virgen. El Diario Espiritual nos hace caer en la cuenta hasta qué punto las tinieblas han invadido nuestros corazones y hasta qué punto necesitamos que esa gracia obtenida por María venga a iluminar nuestras tinieblas interiores. El cegamiento de Satanás ocurre en nuestro interior en la medida en que miramos los ojos de Jesús. La Luz de Cristo hace que descubramos los pecados ocultos que llevamos en el alma y arrepentidos renunciemos a ellos. En eso consiste el “cegamiento de Satanás”. La mirada de Jesús es la que nos libera de las tinieblas que nos agobian.