CARTA No.13: ¿Cómo saber si Satanás está actuando en mi familia?

Queridos hermanos: José María de Costa Rica pregunta ¿Cómo podemos saber si Satanás está actuando en el interior de nuestras familias?

Respuesta/ En el Diario Espiritual la Virgen María asevera: Satanás con fuerza rabiosa quiere destrozar las familias. El mensaje de la Llama de Amor se concentra prácticamente en proteger a las familias de semejante desastre. La mensajera, Isabel, ha de pasar por los más despiadados ataques de parte del enemigo infernal. Su vida entera es como un espejo en el cual debemos mirarnos para comprender mejor ese ataque rabioso de Satanás contra nuestros hogares. Si el objetivo de Satanás es la condenación eterna del mayor número posible de almas debemos inmediatamente preguntarnos: ¿Qué cosa le da a Satanás la posibilidad de arrastrarnos al infierno? La respuesta es: ¡Que cometamos el pecado y que vivamos y muramos en pecado mortal! ¿En qué consiste lo que llamamos pecado? Es todo acto que se aparta de las Leyes que Dios nos ha dado. ¿Dónde se expresa de manera concreta y sucinta esta Ley de Dios? En los diez mandamientos. ¿Cuál es el primer deber de un padre de familia? Vivir estos mandamientos, enseñarlos a los suyos y arrojar de su hogar todo aquello que pueda ser una ofensa para Dios.


Jesús en el Evangelio nos lo dice claramente. Ama a Dios quien cumple sus mandamientos. Odia a Dios aquel que los rechaza. La estrategia del maligno será infiltrar las mentes y los corazones de ideas y sentimientos opuestos a la Ley de Dios. Los padres como maestros en la fe y pastores vigilantes sobre sus hijos estarán permanentemente atentos a discernir todo aquello que pueda afectar de manera negativa sus almas. Por lo tanto conocer a fondo los mandamientos de la Ley de Dios es la primera defensa contra la acción de Satanás. La ignorancia de la Palabra de Dios le abre la puerta al Demonio en las familias y en todas partes. Cada uno de esos diez mandamientos son explicados en las Sagradas Escrituras (la Biblia) y por las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia. El primer ataque de Satanás consistirá en impedir por todos los medios posibles que la Palabra de Dios y las enseñanzas de la Iglesia formen la mente y el corazón de los padres y de los hijos.

Ignorando éstos las enseñanzas de la Palabra de Dios y del Catecismo de la Iglesia católica el Demonio tiene el campo abierto para infiltrar en las mentes y en los corazones sus propios pensamientos y sentimientos. Cuando la mente y el corazón humanos no están iluminados por la luz del Espíritu Santo quedan a la merced de cualquier doctrina. Se comprende entonces por qué tantas personas están esclavizadas por ideologías y por vicios que en vez de darles la felicidad anhelada los hunden en la desesperación. El primer y más importante deber de los padres de familia es la educación cristiana de la mente y del corazón de sus hijos. Ésta se logra ante todo por el ejemplo de una vida entregada a Jesucristo. La indiferencia religiosa, la frialdad para con Dios, el laicismo, el ateísmo, la soberbia intelectual, el desprecio de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, la sed por las religiones orientales, la búsqueda de la seguridad en las supersticiones, esoterismo y la magia, son signos claros de la acción demoníaca en una familia.

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