COMBATIENDO CON LA LLAMA DE AMOR : CARTA No.2
Queridos hermanos: La Sra. Juanita, de México, me pregunta: “¿Cómo hacer para convertir mi hogar en un Santuario familiar?
Mi esposo y yo no estamos casados por la Iglesia, ni siquiera por lo civil. Mi esposo es alcohólico. No quiere nada con la Iglesia. Tengo tres hijos ya mayores, de 28, 26, y 20 años. Tampoco van a la Iglesia. Los dos mayores están juntados con su pareja. Uno tiene su propia casa y vive aparte. El que le sigue vive con nosotros y tiene dos niños. El menor está soltero. Solo yo rezo y voy a la Iglesia. Me siento muy mal. Yo leo lo que su merced escribe y me siento muy triste porque pienso que nos vamos a condenar. Cuando yo los invito a rezar no me hacen caso. Rezo solita en mi cuarto.”… Aprovecho la pregunta para completar los comentarios que en otra ocasión he hecho sobre este tema de los Santuarios familiares. Creo que todo debe comenzar por la oración. Convertir la familia en un Santuario, tal como la Virgen lo pide en el Diario Espiritual, es un proceso. Puede durar mayor o menor tiempo. Depende mucho de las disposiciones y actitudes de los miembros del hogar. Lo ideal sería que todos viviesen en gracia de Dios y que todos aceptasen vivir la gracia de la Llama de Amor poniendo en práctica las orientaciones que la Madre nos da a través de Isabel Kindelmann. Cada familia es única y también cada uno de sus miembros. Lo más importante de todo es guardar la convicción de que Nuestra Señora está con nosotros y nos ayudará a conseguir este propósito. El Señor tiene en sus manos el corazón de todos los hombres y Él puede tocarlos y convertirlos.
Sra. Juanita, no pierda la Fe y la Esperanza de que su familia se convertirá. El Santuario Familiar ya nació en su hogar. Es una llamita chiquita que habita en su corazón. Trate ahora de promover la oración dentro de su hogar. Tal vez alguno de sus hijos o su nuera o los nietecitos quieran acompañarla a rezar aunque sea tres avemarías. Así se comienza. Comience a evangelizar quedito a los suyos, hablando del Señor sin ser empalagosa. Tal vez con sus amigas podría organizar un
grupo de oración que se reúna en su casa una vez a la semana. El Santuario Familiar ya está en su casa como una semillita que se irá desarrollando gradualmente en la medida en que usted la riegue y la cuide. Si usted ora con perseverancia Dios responderá con gracias de conversión para su marido y sus hijos. Trate de que usted y su pareja reciban el Sacramento del Matrimonio. Que sus hijos, especialmente el que vive bajo su techo, se casen por la Iglesia. Hábleles de la gracia de la Llama de Amor.
Que comprendan cómo Satanás está actuando en la casa, en el hogar, en la familia para destruirla espiritualmente y volver infelices a todos los miembros. La Llama de Amor es una evangelización permanente en el seno del hogar. Cuando ya en su casa nadie viva en pecado, es decir juntados o casados sólo por lo civil, estará en condiciones de consagrar su familia y su casa a los Sagrados Corazones de Jesús y María pidiendo al Párroco que bendiga y entronice en su casa sus sagradas imágenes. Después trate de cumplir la primera petición de la Virgen: La Hora Santa de Reparación en la Familia (leer los mensajes del 13 de abril de 1962). Más tarde procurará que se vaya rezando el Rosario cada día. Busque la manera de que su familia descubra la gran importancia de estar integrada en la Parroquia. La misa dominical, la confesión, la comunión frecuente, la participación en las actividades parroquiales, etc.
Invite a personas que tienen el carisma de evangelización a visitar su familia para que ayuden a los suyos a acercarse al Señor. Póngase en contacto con los grupos de la Llama de Amor de su localidad para que oren por sus seres queridos. Verá cómo la Virgen cumple su promesa de hacer “milagros en el fondo de los corazones”. No se desanime. Nuestra Madre Santísima premiará todos sus esfuerzos dándole mucho más de lo que usted le pide. Queridos hermanos no debemos renunciar al propósito de convertir nuestro hogar en un Santuario Familiar. Sería desconfiar del poder de Dios. Los invito a formular ese propósito de luchar perseverantemente con la oración y el sacrificio para que Jesús reine en el hogar y Satanás sea vencido y expulsado de la familia. Tengan Uds. un feliz día. Padre Sergio Hernández Ochomogo
Muchas gracias Padre. Nuestra Madre María a través suyo, me respondió las dudas que tenía sobre el Santuario Familiar. Que Dios y nuestra madre María lo bendigan y lo guarden.