EL REZO DEL ROSARIO DEBE SER LA PRIORIDAD DE TODA FAMILIA CATÓLICA

Si la Virgen ha pedido insistentemente y en diversas ocasiones el rezo del Rosario todos los días en familia es porque se trata de algo de extrema importancia. Ante la revelación de la Llama de Amor la furia de Satanás es inconcebible. No se queda con los brazos cruzados, reacciona con violencia para evitar que Isabel se haga cargo de transmitirla. Igualmente ataca a todos aquellos que se deciden a vivirla y pasarla a otros. El Demonio comprende que esta gracia le va a hacer un daño inmenso. Él conoce los planes de la Virgen María y buscará por todos los medios interferirlos con sus ataques y astucias. En el mensaje de la Llama de Amor el rezo diario del Rosario en familia es de extrema prioridad. Es el instrumento por excelencia de María Santísima para transformar las familias católicas en sal de la tierra y en luz del mundo. Es tan importante que Nuestra Señora introduce en el Ave María la jaculatoria: “Derrama el efecto de gracia de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad”.

Este gesto de la Virgen es muy significativo y debe ser apreciado en toda su extensión. No es algo banal o secundario. Es de extremada importancia y debemos valorarlo para ponerlo en práctica y obtener todos los frutos que la Virgen espera de esta oración. “Extiendo, hijita mía, el efecto de gracia de la Llama de Amor de mi Corazón sobre todos los pueblos y naciones, no sólo sobre los que viven en la Santa Madre iglesia, sino sobre todas las almas que fueron señaladas con la bendita cruz de mi Santo Hijo” (DE 16, 19 y 22 de Setiembre de 1963). El efecto de gracia consiste en cegar los ojos de Satanás en todos los pueblos y naciones. Para lograr esto es necesario que todas las “fuerzas aunadas del mundo entero” se pongan en marcha. “Satanás quedará ciego en la medida en que ustedes trabajan en contra de él” (DE 27-11-1963). El Rosario es el medio que ha de aunar todas las fuerzas de la Iglesia para luchar conjuntamente contra el mismo Satanás y contra sus instrumentos. Lo primero que pide la Virgen es que las familias hagan dos días de Hora Santa a la semana.

Ella le dice a Isabel: “Te pido hijita mía, que los jueves y viernes ofrezcas a mi Hijo Santísimo una reparación muy especial. La manera de hacerlo es la Hora Santa de Reparación en la Familia. Esta hora que pasarán en familia haciendo reparación, comiéncenla con lectura espiritual y continúen con el rezo del Santo Rosario u otras oraciones en un ambiente lleno de recogimiento y fervor”…(DE 13-4-1962). El poder del Rosario se ha de manifestar primeramente en el interior de la familia: “Tienen que empeñarse en cegar a Satanás”. Todos debemos alistarnos en este ejército: “¡Pongan ya en marcha la efusión de gracias de mi Llama de Amor! Del trabajo mancomunado ni una sola alma debe faltar. La suave luz de mi Llama de Amor se encenderá y prenderá fuego en toda la redondez de la tierra y Satanás humillado y reducido a la impotencia ya no podrá ejercer más su poderío” (DE 27-11-1963).

“¡No se queden pasivos frente a mi causa santa! A través de los pocos, los pequeños y los humildes debe comenzar esta efusión grande de gracias que conmoverá al mundo: Ninguno de los llamados debe excusarse y rehusar mi invitación. Todos ustedes son mis pequeños instrumentos” DE 2-12-1963). El Rosario está muy lejos de ser una oración aburrida y repetitiva. Es la escuela de la Fe y de la oración de las familias católicas. Debe ser la prioridad de los padres de familia establecer con la mayor diligencia un tiempo diario privilegiado para reunir a todos los de casa y emprender el camino de la oración en familia. De allí vendrán todas las gracias que necesita el hogar para transformarse en el Santuario que la Virgen pide.

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