lOS SACERDOTES Y LA LLAMA DE AMOR.
Los Sacerdotes en el Diario Espiritual de Isabel Kindelmann tienen un puesto muy relevante. En primer lugar hay que tener en cuenta que Isabel es una católica practicante que ama profundamente a la Iglesia y que vive su vida cristiana en íntima comunión con su Parroquia. La figura del Sacerdote está muy presente en su vida espiritual. La Sierva de Dios vive en en comunión con su Obispo a quien visitará varias veces para ponerlo al tanto de los deseos divinos (DE 12-11-62; 27–3-63); guarda obediencia hacia su Director Espiritual; está en relación con diversos sacerdotes a quienes irá proponiendo la gracia de la Llama de Amor sin desanimarse por los desaires de algunos que no la aceptan o no creen en ella. Por deseo expreso de Nuestro Señor irá dos veces a visitar al Santo Padre para comunicarle personalmente el contenido de la gracia de la Llama de Amor. A un gran respeto por los sacerdotes unirá un gran amor por las almas de aquellos que son difuntos. El Señor le pedirá que ayune todos los lunes para alivio de las almas de los sacerdotes que están en el purgatorio. El Señor le hablará de su tristeza y desagrado por los sacerdotes que no viven su vocación con generosidad y santidad para que ore y se sacrifique por ellos. Más aún, las palabras de Jesús se volverán duras amenazas contra los consagrados que consciente y voluntariamente ejercen en pecado su sagrado ministerio.
Por otra parte María Santísima le manifiesta su agrado por aquellos sacerdotes carmelitas que con “gran entrega y amor hacen trabajo misionero a lo largo de todo el país” (DE 15-4-62). Estos merecen ser los primeros en recibir la Llama de Amor como recompensa por su celo. Su misión es “sublime y conmovedora”. La Virgen escoge a doce sacerdotes entre los más fervorosos de Hungría para que sean el punto de partida de la difusión de la Llama de Amor. Los doce deben comenzar simultáneamente en doce templos dedicados a María Santísima la entrega de la vela encendida la cual debe ser llevada por los laicos a su propia casa para comenzar la oración en familia. Por voluntad de Jesús Isabel debe pedir a los sacerdotes que “envíen a las almas” a la Virgen María y que “no pronuncien ninguna homilía sin exhortar a los fieles a tener una profunda devoción hacia Ella” (DE 17-4-62). Cuando la Virgen se refiere a los sacerdotes se expresa de ellos con mucha ternura. Los llama:mi “querido hijo”, “mi muy querido hijo…”. Isabel tendrá para todos los sacerdotes, aún para aquellos que la hicieron sufrir con sus desaires e incredulidad, un gran amor. Orará por su conversión y santificación (DE 29-11-62; 16-12-62; 18-12-62;23-4-63; 17-6-64). De modo especial se sacrificará y pedirá por los sacerdotes que están en el purgatorio (DE 18-5-64).
El Señor le habla de la importancia extraordinaria de las vocaciones sacerdotales (DE 12-3-64) y le pide que con especial devoción haga muchos sacrificios por ellas. Jesús profetiza los tiempos difíciles que arrastrarán a aquellos sacerdotes indiferentes y sumidos en la ociosidad. Solamente sobrevivirán los que “tienen verdadera vocación”. Es de capital importancia para la extensión de la Llama de Amor en toda la Iglesia que los sacerdotes sean informados de esta gracia extraordinaria para que ellos la promuevan en su Parroquia. La falta de información adecuada hace que muchos sacerdotes no comprendan el mensaje urgente y las peticiones de la Virgen María a través de su Llama de Amor. Si queremos que el “efecto de gracia” se extienda rápidamente en las parroquias y en la Iglesia Universal lo primero que debemos hacer es orar mucho por los sacerdotes, para que abran su inteligencia y su corazón a a Llama de Amor. En seguida, acercarnos a ellos para hablarles de manera adecuada de esta nueva gracia dada a la Iglesia para los últimos tiempos. No se trata de una devoción más, sino de un instrumento único para el combate espiritual contra el reino de las tinieblas.