En las tentaciones refúgiate bajo el manto de nuestra Madre.

Isabel habla de estar “sumergida” en la Llama de Amor. Es una expresión extraordinariamente bella que nos recuerda las palabras de San Luis María Grignion de Monfort en el tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen. Él habla de estar en el seno de María. En María, con Maria, Por María, Para María. El discípulo de Cristo es aquel que es formado a imagen de Jesús por María Santísima. Como una madre lleva durante nueve meses a su hijo en sus entrañas y día a día lo va formando, así la Virgen María nos lleva en su seno mientras dura nuestra existencia terrenal y nos configura a su Hijo Jesucristo para la vida eterna. El mensaje de la Llama de Amor y el de Grignion de Monfort coinciden en lo esencial.

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